El
barrio del Realejo de Granada ya tiene una plaza con el nombre de uno
de los personajes más influyentes del rock en el siglo XX, Joe
Strummer, líder de la banda The Clash.
La
iniciativa surgió de un grupo de fans granadinos y se extendió como
un reguero de pólvora por las redes sociales, a través de un grupo
de Facebook que suma más de 2.500 seguidores. La propuesta fue
presentada por un grupo político en el Ayuntamiento y ha sido
aprobada por unanimidad recientemente.
Se
rinde homenaje así a uno de sus visitantes ilustres y que llevó el
nombre de la ciudad por todo el mundo, especialmente a través de una
de sus canciones más famosas: Spanish bombs, cuya letra remite a
los bombardeos que tuvieron lugar durante la Guerra Civil Española y
donde se mencionan a Federico García Lorca y la ciudad de la
Alhambra.
De
verdadero nombre John Graham Mellor, Strummer, nacido en Ankara
(Turquía), fue un enamorado de España en general y de Andalucía en
particular. En Granada llegó a pasar varias temporadas a partir de
1984 para alejarse de los problemas que surgieron entre él y Paul
Simonon tras la destitución de Mick Jones del grupo.
Allí,
en un bar llamado Silbar, conoció a uno de los componentes de 091,
con los que hizo buenas amistades y llegó a producirles el disco Más
de cien lobos (Zafiro, 1986). También
estuvo en Almería, donde quedó fascinado por la tranquilidad de las
playas y pueblos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, los cuales
recorría con una cinta de Manolo Escobar en el coche por si le
paraba la Guardia Civil. Madrid
y Barcelona también recibieron su visita, así como Málaga, de
donde era una antigua novia con la que compartía una casa okupa en
Londres antes de formar The Clash: Paloma Romero, conocida como
Palmolive, batería de The Slits.
Las
numerosas anécdotas de su periplo por tierras españolas se pueden
contemplar en documentales como Quiero
tener una ferretería en Andalucía (Carles Prats, 2011) o I
need a Dodge! Joe Strummer on the run (Nick Hall, 2014),
donde también queda patente el cariño que le tienen los vecinos de
los lugares por donde pasó.
The
Clash 1976-1986
Pero
no se puede entender la trayectoria de Strummer sin The Clash. Grupo
estandarte del movimiento punk de finales de los 70 junto a The Sex
Pistols, eran y son reconocidos por representar con su música el
descontento de la juventud británica y la precariedad de las clases
más bajas, con unas letras comprometidas con la política y
canciones donde se mezclan diferentes estilos como el rock, el
reggae, el ska o el dub.
En
1977 debutarían con la etiqueta CBS y la grabación de un álbum
homónimo que les proporcionó gran relevancia en el Reino Unido por
sus enérgicos conciertos. Sin
embargo, no ocurría lo mismo en los Estados Unidos. Su primer LP ni
se publicó en su momento allí. Fue cuando emprendieron una gira por
tierras norteamericanas y, a la vuelta, grabaron el que quizá es su
álbum más exitoso, London calling de 1979, donde se
incluía Spanish bombs
o el tema que le da título al álbum. Su portada recordaba a
propósito el primer LP de Elvis Presley con la fotografía de Paul
Simonon golpeando su bajo en un directo. Un álbum doble pero que por
expreso deseo de los componentes de la banda se vendió a precio de
sencillo, cosechando también un gran éxito en Estados Unidos.
Después
vendría el triple disco Sandinista!
en 1980, que le supuso una pérdida de popularidad en su tierra a la
vez que ésta aumentaba en USA, confirmada con el número 7 de las
lista de Billboard alcanzado por el LP Combat rock de 1982.
La
banda se disolvió en 1986 con un bagaje total de seis discos, con un
gran éxito y numerosos seguidores a ambos lados del Atlántico
aunque su último disco, Cut
the crap, ya no fuese tan
aclamado. Éste fue concebido bajo la influencia de los problemas
internos que acabarían con la banda. Tras
la disolución de The Clash y proyectos varios, Strummer formaría en
1999 The Mescaleros, un grupo compuesto por varios músicos reputados
y que siguió agrandando su figura.
Joe
Strummer falleció en 2002 en su casa de Broomfield, en Somerset
(Inglaterra), debido a un ataque al corazón a los 50 años de edad.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 1 de febrero de 2013.
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