martes, 23 de octubre de 2018

Gabinete Caligari, del afterpunk al rock castizo


¡Hola, buenas noches! Somos Gabinete Caligari y somos fascistas”. ¿Existe una forma más provocadora de presentarse en un concierto? Pues así comenzaron su actuación en la mítica sala Rock-Ola en julio de 1981. Era el segundo directo con esa denominación, la primera se produjo unas semanas antes en otro local madrileño. Ni que decir tiene que aquello no era cierto y que ninguno comulgaba, ni comulga, con esos ideales. Se trataba de llamar la atención, de destacar y expresar la rebeldía propia del movimiento punk. Pero la broma salió algo cara. Aunque no había excesivo público, se corrió la voz y fueron señalados, por lo que, en varias ocasiones, tuvieron que desmentir aquella frase.

Gabinete Caligari en 1981
Y es que los primeros Gabinete Caligari estaban muy influenciados por el post punk y la onda siniestra que estaba desarrollándose desde finales de los 70 en el Reino Unido con Siouxsie & The Banshees, Killing Joke o, sobre todo, Joy Division. Seducidos por esa estética, empezaron a adoptar una imagen altiva y salían al escenario con indumentarias paramilitares, camisas negras y simbología bélica. Querían impactar y, sin duda, lo consiguieron.

Jaime Urrutia, Fernando ‘Ferni’ Presas y Eduardo ‘Edi’ Clavo se conocieron en la Universidad Complutense de Madrid. Urrutia y Presas, junto a un amigo, Eugenio Haro, comenzaron acompañando musicalmente a su hermano, Eduardo Haro Ibars, en recitales poéticos. Por su parte, Clavo, tocaba la batería en una banda de hard rock, Fimosis. Éstos tenían un bajo que necesitaban vender y a su anuncio respondió Ferni, que necesitaba dicho instrumento. Se cerraba el círculo. Ferni se unió a ellos cuando se lo propusieron y disolvió aquella formación amateur.

Crearon Rigor Mortis, un efímero grupo que llegó a telonear a Burning. Pero las circunstancias no eran fáciles. La ilusión y las ganas se desvanecían por la falta de medios económicos y los pocos lugares donde ensayar. Edi se desanima y lo deja. Sin embargo, tardarían poco en crear otro proyecto. La nueva ola se había instalado en la capital. Los sonidos más modernos que llegaban del extranjero como el punk, la new wave, los nuevos románticos… provocaron que todos los jóvenes quisieran hacer música. Así Jaime, Eugenio y Ferni forman Los Drugos, banda que tampoco sería muy longeva.

Las cualidades de Urrutia como vocalista e instrumentista no pasaban desapercibidas y recibe una oferta para tocar con Ejecutivos Agresivos sustituyendo a Ignacio Gasca, ‘Poch’. Tuvo la suerte de que las discográficas estaban tomando conciencia de la explosión creativa que se estaba produciendo y empezaron a apostar por estas nuevas formaciones. Ejecutivos fichó por Hispavox y grabaron el éxito del verano de 1980, Mari Pili.

Durante el tiempo que Jaime estuvo con Ejecutivos, Ferni y Eugenio fundaron Automáticos, aventura a la que se uniría Edi, que regresó a la música. El batería también colaboró en los inicios de Ella y Los Neumáticos, con una jovencísima Christina Rosenvinge de cantante.

No obstante, Automáticos se iba descomponiendo y Ferni y Edi deseaban seguir colaborando con Jaime. Cuando Ejecutivos se disuelven, los tres se ponen en contacto y proponen crear una nueva banda. En esos momentos estaban muy identificados con la escena mod, The Jam o, en España, Los Elegantes. El trío se iba a llamar Los Dandies, pero en su camino aparece un importante protagonista, Eduardo Benavente -componente de Parálisis Permanente y ex batería de Pegamoides- que les introduce en esa corriente oscura del after punk.

Ensayan en una habitación de una casa desocupada del barrio donde viven y componen sus primeros temas: Olor a carne quemada, Cómo perdimos Berlín… También deciden cambiarse el nombre. En un libro de Historia del Cine ven un fotograma de Das Kabinett des Dr. Caligari (El gabinete del Doctor Caligari), película del expresionismo alemán dirigida por Robert Wiene en 1919. Les fascinaron la estética y el título del film, muy adecuados para el rumbo estilístico que tomaría el grupo. Pensaron en Doctor Caligari, pero finalmente se bautizaron como Gabinete Caligari.


Tic Tac, una compañía que trabaja con precios asequibles, les edita un EP compartido con Parálisis Permanente. 25.000 pts. invirtieron en grabar dos temas cada formación en el estudio Doublewtronic, a finales de 1981. En la cara A, Autosuficiencia y Tengo un pasajero y en la B, Golpes y Sombras negras de los Gabinete. En enero del año siguiente reciben las 1.000 copias del disco, que se venden rápidamente. Mientras fundaban su compañía, Tres Cipreses, llegan a un acuerdo con Servando Caballar, de Aviador Dro y que había creado Discos Radiactivos Organizados (DRO), para que les reeditara el 7”. De esta tirada se despachan 6.000 unidades.

Portada del EP compartido
Poco tiempo después, Jaime y Edi son requeridos para cumplir con el servicio militar. La ‘mili’, por sorpresa, se convertiría en una experiencia muy importante para su música. Allí conocieron a reclutas de diversos lugares y condición social que les aportaron una nueva forma de ver las cosas. Siendo sinceros, estaban acostumbrados al círculo casi elitista de la Movida, un grupo de jóvenes universitarios de familias más o menos pudientes, muy alejados de la realidad de sus coetáneos en el resto del país.

Lo más popular en el cuartel eran el flamenquito y la rumba, así que los dos se fueron empapando de ese ambiente musical. Para sus futuros temas, fueron amoldando y mezclando esos sonidos con rock and roll, rockabilly o blues, cuidadas letras y una instrumentación de calidad. Además, recuperaron su interés por los toros, aunque en el caso de Jaime la afición le venía desde pequeño. Su padre, Julio Urrutia, fue crítico taurino en el diario Madrid y su abuelo, empresario de la plaza de Málaga.

Con todos estos ingredientes, la onda siniestra iba a dar paso, progresivamente, al conocido como rock torero. Las indumentarias militares y negras pasarían a ser las coloridas camisas, ropa vaquera, tupés y patillas que se reflejaron en su primer LP, Que dios reparta suerte (Tres Cipreses, 1983).


Este sería el primer giro estilístico en la trayectoria de Gabinete Caligari. Después llegaría su acercamiento al pop en Cuatro rosas (1984), al pasodoble con Al calor del amor en un bar (1986) o el Cha-cha-cha de su disco Privado (1989).


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 10 de octubre de 2013.

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