miércoles, 17 de octubre de 2018

La perla rebelde del rock


Una de las mejores voces de la historia de la música popular, desgarradora, poderosa y versátil, a lo que hay que sumar una enérgica puesta en escena, hicieron de Janis Joplin un icono femenino del rock y símbolo de la contracultura de los años 60. Su vida turbulenta y su adicción a las drogas y el alcohol acabaron con ella siendo muy joven, privándonos de más canciones llenas de sentimiento y dramatismo y dejándonos, como suele ocurrir en estos casos de muerte prematura, con la duda de hasta dónde hubiese podido llegar como artista.

Janis Lyn Joplin, espíritu indomable, nunca terminó de encajar en la sociedad de la pequeña localidad texana donde nació, Port Arthur. Su forma extravagante de vestir y sus gustos musicales, amante del blues más clásico y fiel seguidora de Bessie Smith, eran muy diferentes a los de los jóvenes de su edad. Esto le generó muchos problemas en su infancia y adolescencia. Era insultada y vejada a menudo, lo que le llevaba a encerrarse en su mundo interior y refugiarse en la música.

Muy joven, se marcha de casa y deambula por varios lugares. Trabaja en lo que puede y actúa siempre que se lo permiten para poder llevarse a la boca algo de comer y conseguir una cama en la que dormir. Comenzó a cantar en clubes a los 15 años con bandas de country y blues hasta que se unió al grupo de folk Waller Creek Boys. Años más tarde, en pleno apogeo del movimiento hippie llega a California. En San Francisco se enrola en el grupo de rock y blues psicodélico Big Brother & The Holding Company, con el que llegará su estrellato. Memorable fue su actuación de 1967 en el legendario Festival Internacional Pop de Monterrey, macroconcierto antecedente de Woodstock, especialmente con la interpretación de Ball and chain, versión del tema compuesto por ‘Big Mama’ Thornton.


Dicho directo les vale para fichar con una multinacional y grabar su disco más celebrado, Cheap Thrills de 1968, con una mítica portada de Robert Crumb a modo de cómic 'underground'. Obra clásica del pop art, fue una sugerencia de Joplin y del batería Dave
Goetz. Le pidieron que hiciera un dibujo de los componentes de la banda desnudos en la cama y unas viñetas para cada una de las canciones, ya que se iba a llamar Sex, dope and
cheap thrills, pero la discográfica, Columbia, se negó. Así que quedó tal y como la conocemos, únicamente con las viñetas y el título acortado. El álbum estuvo durante ocho semanas en lo más alto de las listas norteamericanas, llegando a ser disco de oro en ventas. El ‘cover’ de Erma Franklin, Piece of my heart, fue el primer single en alcanzar al puesto 12 y se convirtió en un clásico de las emisoras independientes y de la FM. Sobre el LP diría Joplin: “Lo que intentamos hacer con nuestra música es volver a los buenos tiempos, a dar saltos y a colocarse”.

Tras dos trabajos discográficos, a finales de 1968 Janis se fue del grupo e inició su carrera en solitario. Primero con un disco en el que estaba acompañada por The Kozmic Blues Band y posteriormente con su magnífica obra póstuma Pearl, de 1971, junto al conjunto Full Tilt Boogie. Esta grabación incluía temas tan recordados como Mercedes Benz, Move over, Cry baby, Buried alive in the blues (conmovedor instrumental; Joplin falleció antes de terminar de escribir la letra) o Me and Bobby McGee, del compositor de música country Kris Kristofferson, que se convirtió en su mayor éxito de ventas, logrando el número 1 en las listas de Estados Unidos.


El Hotel Chelsea y el club del 27

Janis Joplin era tímida e insegura. Los reveses de sus relaciones de pareja ahondaban más en su soledad y se aferraba al alcohol y las drogas en un intento por evadirse de la realidad. Después de su muerte, Leonard Cohen desveló que su canción de 1974, Chelsea Hotel #2, estaba inspirada en un espontáneo encuentro sexual con ella en dicho establecimiento, famoso por albergar a numerosos artistas, músicos y escritores, todo un centro cultural del Nueva York más bohemio. Según cuentan, ambos coincidieron por casualidad en el ascensor y terminaron en la cama. El tema describe con detalles lo que ocurrió en aquella habitación del Chelsea Hotel aunque el canadiense se arrepintiera después de sacar a la luz secretos de alcoba.

Las adicciones de Joplin le encaminaban a la autodestrucción. Sin embargo, parecía que iba a reconducir su vida cuando se metió en el estudio para grabar Pearl. Desgraciadamente no fue así. Cuando todo su entorno pensaba que había dejado de consumir y estaba centrada en la gestación del disco, la madrugada del 3 al 4 de octubre de 1970 fue hallada muerta en la habitación del hotel Landmark de Hollywood, donde se hospedaba, por sobredosis de heroína.

Se unió así al macabro grupo del 27, jóvenes y populares músicos que fallecieron a esa temprana edad, generalmente por el abuso de alcohol o drogas, entre los que se encuentran las cuatro ‘jotas’ del rock, Brian Jones, Jim Morrison, Jimi Hendrix y Janis Joplin, que falleció 15 días más tarde que aquél. A este grupo se sumarían más recientemente otros artistas de renombre como Kurt Cobain o Amy Winehouse.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 9 de mayo de 2013.

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