Entre
mediados y finales de los 60 en Estados Unidos empiezan a ponerse de
moda nuevos géneros musicales como el rock
latino, el funk
o más tarde, la disco
music. Mientras, en España,
el único acercamiento a la música negra lo encontrábamos en grupos
como Los Canarios,
Pop-Tops
o Los Bravos.
Ya inmersos en la nueva década, Los
Brincos se separan tras
publicar su último disco, el experimental e incomprendido Mundo,
demonio y carne (Novola, 1970), con escaso
éxito. Esto provoca que su batería, Fernando
Arbex, inicie un nuevo
proyecto más personal con el que poder desarrollar su creatividad
libremente, alejado de las luchas de egos que se habían producido
los últimos años en la formación.
Arbex,
pionero del rock de nuestro país y afamado productor, harto del
estancado sistema musical español de radiofórmula, forma una nueva
banda orientada a aquellos géneros, en el que priman la riqueza
instrumental y las percusiones al estilo de Carlos
Santana y Sly
Stone o de la música
africana de Osibisa.
El resultado fue el trío Alacrán,
con aires de rock progresivo. Sin embargo, la aventura duró poco,
sólo un disco en 1971. El álbum, poco conocido, tuvo escasa
promoción por parte de la discográfica Zafiro, tal vez por
desconfiar en sus posibilidades económicas.
Tras
este efímero proyecto, Fernando Arbex crea otra formación con el
mismo concepto aperturista de fusión musical y enfocado al mercado
internacional con letras en inglés, cosechando gran éxito por todo
el mundo durante la década, Barrabás. Sin
embargo, Arbex se dedica sobre todo a la composición y producción,
sólo interviene como baterista en el primer disco del grupo y nunca
tocará en directo, dejando a los excelentes músicos con los que
contaba dicha tarea: Iñaki Egaña, que ya estaba en Alacrán, voz y
bajo; a la percusión, flauta y saxo, el cubano Tito Duarte; el
portugués Joâo Vidal a los teclados y los hermanos Ricky y Miguel
Morales, con las guitarras. Después entrarían a la batería José
María Moll y el vocalista José Luís Tejada, sustituyendo a Egaña.
El
mundo a sus pies
Barrabás
tuvo una enorme repercusión de crítica y público con su mezcla de
sonidos funk y rock. Es el grupo español que más LP’s ha vendido
en Estados Unidos y ha entrado en las listas de ventas de otros
países como Canadá, Francia o Alemania. Muy venerados también en
Sudamérica, donde hicieron una extensa gira, compartiendo algunos
conciertos con Santana, teniendo incluso más éxito que el mexicano
entre los asistentes. En 1975 fue elegido como el mejor grupo mundial
de música funky por la revista Playboy.
En ese mismo año, introducidos también en la incipiente moda de la
música disco aunque sin abandonar los ritmos latinos, fueron unos de
los pioneros en grabar en un nuevo formato, el maxi single.
Mientras
que en España se creía que era un grupo foráneo, consiguen
alcanzar el número 1 en la categoría de rhythm and blues en
Norteamérica con el sencillo Wild
safari de su primer disco
homónimo de 1972, conocido también por Música
caliente como rezaba en su
contraportada y que tenía un frontal con dibujo de Luis
Eduardo Aute. Otro de los
singles que contenía el álbum de debut era Woman,
muy radiado en las emisoras estadounidenses.
En
su segundo disco, Power (RCA Victor, 1973), se incluía el tema Mr.
Money que fue utilizado
para un anuncio de la televisión norteamericana. Y con el tercero,
grabado en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer en Hollywood,
¡Soltad a Barrabás! (Ariola, 1974), llegó tal vez su mayor éxito con el single Hi-Jack.
Número 1 en España y en U.S.A. (dentro de las listas de música
disco) y tercer puesto en el Billboard. Una canción que también fue
versionada por el flautista de jazz fusión, Herbie Mann.
Después
de esta grabación, se les presenta la oportunidad de telonear a The
Rolling Stones y
acompañarlos en una gira, pero tras una votación de los miembros
deciden ¡rechazar la oferta! porque se les obligaba a cambiar su
lugar de residencia y afincarse en los Estados Unidos.
Sus
siguientes discos fueron grabados en Nueva
York hasta que se
disolvieron en 1976, poniendo fin a la primera etapa del grupo, la
más celebrada. Después vendrían varias reapariciones con distintos
componentes. Desde entonces, el empeño de José María Moll ha sido
el que ha mantenido viva la llama de la banda hasta hace unos años,
consiguiendo un nivel aceptable de ventas y popularidad (aunque sin
llegar a la que tuvo en los 70) que ha permitido poner en valor un
grupo muy importante que tal vez ha sido algo olvidado por tener más
reconocimiento fuera de nuestras fronteras.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 23 de mayo de 2013.
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