jueves, 18 de octubre de 2018

Barrabás: la repercusión internacional de la ‘música caliente’


Entre mediados y finales de los 60 en Estados Unidos empiezan a ponerse de moda nuevos géneros musicales como el rock latino, el funk o más tarde, la disco music. Mientras, en España, el único acercamiento a la música negra lo encontrábamos en grupos como Los Canarios, Pop-Tops o Los Bravos. Ya inmersos en la nueva década, Los Brincos se separan tras publicar su último disco, el experimental e incomprendido Mundo, demonio y carne (Novola, 1970), con escaso éxito. Esto provoca que su batería, Fernando Arbex, inicie un nuevo proyecto más personal con el que poder desarrollar su creatividad libremente, alejado de las luchas de egos que se habían producido los últimos años en la formación.

Arbex, pionero del rock de nuestro país y afamado productor, harto del estancado sistema musical español de radiofórmula, forma una nueva banda orientada a aquellos géneros, en el que priman la riqueza instrumental y las percusiones al estilo de Carlos Santana y Sly Stone o de la música africana de Osibisa. El resultado fue el trío Alacrán, con aires de rock progresivo. Sin embargo, la aventura duró poco, sólo un disco en 1971. El álbum, poco conocido, tuvo escasa promoción por parte de la discográfica Zafiro, tal vez por desconfiar en sus posibilidades económicas.

Tras este efímero proyecto, Fernando Arbex crea otra formación con el mismo concepto aperturista de fusión musical y enfocado al mercado internacional con letras en inglés, cosechando gran éxito por todo el mundo durante la década, Barrabás. Sin embargo, Arbex se dedica sobre todo a la composición y producción, sólo interviene como baterista en el primer disco del grupo y nunca tocará en directo, dejando a los excelentes músicos con los que contaba dicha tarea: Iñaki Egaña, que ya estaba en Alacrán, voz y bajo; a la percusión, flauta y saxo, el cubano Tito Duarte; el portugués Joâo Vidal a los teclados y los hermanos Ricky y Miguel Morales, con las guitarras. Después entrarían a la batería José María Moll y el vocalista José Luís Tejada, sustituyendo a Egaña.

El mundo a sus pies

Barrabás tuvo una enorme repercusión de crítica y público con su mezcla de sonidos funk y rock. Es el grupo español que más LP’s ha vendido en Estados Unidos y ha entrado en las listas de ventas de otros países como Canadá, Francia o Alemania. Muy venerados también en Sudamérica, donde hicieron una extensa gira, compartiendo algunos conciertos con Santana, teniendo incluso más éxito que el mexicano entre los asistentes. En 1975 fue elegido como el mejor grupo mundial de música funky por la revista Playboy. En ese mismo año, introducidos también en la incipiente moda de la música disco aunque sin abandonar los ritmos latinos, fueron unos de los pioneros en grabar en un nuevo formato, el maxi single.

Mientras que en España se creía que era un grupo foráneo, consiguen alcanzar el número 1 en la categoría de rhythm and blues en Norteamérica con el sencillo Wild safari de su primer disco homónimo de 1972, conocido también por Música caliente como rezaba en su contraportada y que tenía un frontal con dibujo de Luis Eduardo Aute. Otro de los singles que contenía el álbum de debut era Woman, muy radiado en las emisoras estadounidenses.


En su segundo disco, Power (RCA Victor, 1973), se incluía el tema Mr. Money que fue utilizado para un anuncio de la televisión norteamericana. Y con el tercero, grabado en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer en Hollywood, ¡Soltad a Barrabás! (Ariola, 1974), llegó tal vez su mayor éxito con el single Hi-Jack. Número 1 en España y en U.S.A. (dentro de las listas de música disco) y tercer puesto en el Billboard. Una canción que también fue versionada por el flautista de jazz fusión, Herbie Mann.

Después de esta grabación, se les presenta la oportunidad de telonear a The Rolling Stones y acompañarlos en una gira, pero tras una votación de los miembros deciden ¡rechazar la oferta! porque se les obligaba a cambiar su lugar de residencia y afincarse en los Estados Unidos.

Sus siguientes discos fueron grabados en Nueva York hasta que se disolvieron en 1976, poniendo fin a la primera etapa del grupo, la más celebrada. Después vendrían varias reapariciones con distintos componentes. Desde entonces, el empeño de José María Moll ha sido el que ha mantenido viva la llama de la banda hasta hace unos años, consiguiendo un nivel aceptable de ventas y popularidad (aunque sin llegar a la que tuvo en los 70) que ha permitido poner en valor un grupo muy importante que tal vez ha sido algo olvidado por tener más reconocimiento fuera de nuestras fronteras.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 23 de mayo de 2013.

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