lunes, 22 de octubre de 2018

Queen, el grupo total


A finales de los 70 en Londres, Smile eran unos habituales de las actuaciones en directo programadas por las salas de moda. ¿Qué quiénes eran Smile? Pues una banda de rock creada por el cantante y bajista Tim Staffell y el guitarrista Brian May a la que se unió posteriormente el batería Roger Taylor. Es decir, el embrión de Queen. Aunque tuvieron cierta repercusión y telonearon a importantes grupos de la época como Pink Floyd o Yes no consiguieron registrar muchas grabaciones. Apenas varios sencillos, uno de ellos en Estados Unidos. Una experiencia corta que finalizó cuando Staffell abandona la formación, a principios de 1970, para incorporarse a la banda Humpy Bong.

Unos años antes, un joven procedente de Zanzíbar (Región semiautónoma de la actual Tanzania) llamado Farrokh Bomi Bulsara, había llegado con su familia a la capital inglesa huyendo de las revueltas de su país. Este estudiante de arte, que ya llamaba la atención por su vestimenta y que después sería conocido como Freddie Mercury, hizo buenas migas con uno de los componentes de Smile, Roger Taylor, ya que ambos trabajaban en una tienda de ropa de segunda mano en Kengsington Market. Y es que la música aún no les daba para ganarse la vida.

Freddie quería ser una estrella de rock y tenía buenas cualidades para ser cantante. Solía ir a los conciertos de Smile y se sabía todas las letras de sus canciones, así que, alguna vez, subió al escenario para cantar con ellos hasta que finalmente se incorpora al grupo. Por aquel entonces May, Taylor y Mercury piensan en formar una nueva banda, aunque les faltaba una pieza más, el bajista. En 1971 conocerían, a través de una amiga en común, a John Deacon, quien se sumó a la causa y terminó de dar forma al proyecto.

El nombre del grupo fue ideado por Freddie. No tenía ningún significado específico, simplemente le gustó, sonaba bien. Al resto no les terminaba de entusiasmar pero finalmente se acostumbraron. Sí estaban de acuerdo en lo que querían conseguir juntos y el estilo musical que practicarían, un rock duro pero elegante, muy melódico. Otro de los aspectos inherentes a Queen sería su puesta en escena. Mercury acostumbraba a aconsejar a sus compañeros en la forma de vestir y, en cada concierto, brindarían un espectáculo diferente y muy llamativo. El objetivo era ser una banda original y única, que les distanciara de lo que hasta el momento se había visto.

Casi dos años estuvieron trabajando antes de grabar su primer disco. Ensayaron para ganar en compenetración y compusieron algunos temas. No querían actuar en pequeños locales y cobrar poco, preferían hacerlo gratuitamente ante sus amigos. Su intención era no exponerse al público hasta que estuviesen completamente seguros de que podían ofrecer un producto de calidad y muy profesional.


Ya en 1973, iniciaron audiciones para compañías discográficas. En los estudios Trident Audio de Londres causaron buena impresión y les contrataron. Grabarían un álbum e intentarían venderlo a un sello para su distribución. También les buscaron a un representante norteamericano, Jack Nelson. Sin embargo, las intenciones de Trident y Nelson no eran las de hacer crecer a Queen sino lucrarse a su costa.

Para registrar su álbum de debut, Queen (EMI, 1973), tenían que esperar a que el estudio no estuviese ocupado por otras bandas más famosas, las cuales, contaban con prioridad. Esto podía alargarse días, así que el disco se grabó por partes. No era la forma más idónea pero Trident les había contratado a un ingeniero de sonido, Roy Thomas Baker, con el que trabajar resultó muy productivo y satisfactorio.

Queen con Maradona. Argentina, 1981
Una vez acabado el LP, Trident empezó a buscar la discográfica que lo sacara al mercado. EMI en Gran Bretaña y Elektra en Estados Unidos se interesaron por el álbum y lo distribuyeron. Las canciones tuvieron un gran impacto y los fans y los conciertos aumentaban. Todo funcionaba de maravilla.

En 1974, saldría Queen II, que les ayudó a impulsar su carrera. Fueron contratados para realizar una amplia gira junto a Moot the Hoople. Pero durante la misma, Brian May se sintió mal. Le diagnosticaron hepatitis. Tuvieron que cancelar y Brian ingresó en un hospital. Durante el paréntesis pensaron en su futuro y en definir sus objetivos. Decidieron no volver a actuar como teloneros, tenían que ser tratados como estrellas.

Poco después se edita Sheer heart attack (EMI, 1974). Para promocionarlo deciden romper con Trident porque las ventas subían pero ellos seguían recibiendo un sueldo muy bajo. La separación no fue amistosa: Queen tuvo que pagar 100.000 libras para rescindir el contrato y fueron demandados. Con A night at the opera, en 1975, hicieron una inversión económica importante. Aquí se incluye la espectacular Bohemian rhapsody, el single que más tiempo se mantuvo en el número uno de las listas del Reino Unido durante la década.


Pero un momento decisivo llega con A day at the races (EMI, 1976). A partir de ahora producirían su música y ejercerían también de sus propios managers. Después vendrían más discos como News of the world (1977), The game (1980), A kind of magic (1986) y un largo etcétera hasta la muerte, en 1991, de Mercury, tras la que empieza una nueva etapa de la banda. Aquel punto de inflexión hizo que Queen, con unos excelentes intérpretes y un carismático frontman, se convirtiera en un grupo todoterreno que escribía sus canciones, dirigía sus montajes escénicos, las actuaciones y diseñaba las portadas de sus discos.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 5 de septiembre de 2013.

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