A
finales de los 70 en Londres, Smile
eran unos habituales de las actuaciones en directo programadas por
las salas de moda. ¿Qué quiénes eran Smile? Pues una banda de rock
creada por el cantante y bajista Tim
Staffell y el guitarrista
Brian May
a la que se unió posteriormente el batería Roger
Taylor. Es decir, el
embrión de Queen.
Aunque tuvieron cierta repercusión y telonearon a importantes grupos
de la época como Pink Floyd o Yes no consiguieron registrar muchas
grabaciones. Apenas varios sencillos, uno de ellos en Estados Unidos.
Una experiencia corta que finalizó cuando Staffell abandona la
formación, a principios de 1970, para incorporarse a la banda Humpy
Bong.
Unos
años antes, un joven procedente de Zanzíbar (Región semiautónoma de la actual
Tanzania) llamado Farrokh Bomi
Bulsara, había llegado con
su familia a la capital inglesa huyendo de las revueltas de su país.
Este estudiante de arte, que ya llamaba la atención por su
vestimenta y que después sería conocido como Freddie
Mercury, hizo buenas migas
con uno de los componentes de Smile, Roger Taylor, ya que ambos
trabajaban en una tienda de ropa de segunda mano en Kengsington
Market. Y es que la música
aún no les daba para ganarse la vida.
Freddie
quería ser una estrella de rock y tenía buenas cualidades para ser
cantante. Solía ir a los conciertos de Smile y se sabía todas las
letras de sus canciones, así que, alguna vez, subió al escenario
para cantar con ellos hasta que finalmente se incorpora al grupo. Por
aquel entonces May, Taylor y Mercury piensan en formar una nueva
banda, aunque les faltaba una pieza más, el bajista. En 1971
conocerían, a través de una amiga en común, a John
Deacon, quien se sumó a la
causa y terminó de dar forma al proyecto.
El
nombre del grupo fue ideado por Freddie. No tenía ningún
significado específico, simplemente le gustó, sonaba bien. Al resto
no les terminaba de entusiasmar pero finalmente se acostumbraron. Sí
estaban de acuerdo en lo que querían conseguir juntos y el estilo
musical que practicarían, un rock duro pero elegante, muy melódico.
Otro de los aspectos inherentes a Queen sería su puesta en escena.
Mercury acostumbraba a aconsejar a sus compañeros en la forma de
vestir y, en cada concierto, brindarían un espectáculo diferente y
muy llamativo. El objetivo era ser una banda original y única, que
les distanciara de lo que hasta el momento se había visto.
Casi
dos años estuvieron trabajando antes de grabar su primer disco.
Ensayaron para ganar en compenetración y compusieron algunos temas.
No querían actuar en pequeños locales y cobrar poco, preferían
hacerlo gratuitamente ante sus amigos. Su intención era no exponerse
al público hasta que estuviesen completamente seguros de que podían
ofrecer un producto de calidad y muy profesional.
Ya
en 1973, iniciaron audiciones para compañías discográficas. En los
estudios Trident Audio
de Londres causaron buena impresión y les contrataron. Grabarían un
álbum e intentarían venderlo a un sello para su distribución.
También les buscaron a un representante norteamericano, Jack
Nelson. Sin embargo, las
intenciones de Trident y Nelson no eran las de hacer crecer a Queen
sino lucrarse a su costa.
Para
registrar su álbum de debut, Queen (EMI, 1973),
tenían que esperar a que el estudio no estuviese ocupado por otras
bandas más famosas, las cuales, contaban con prioridad. Esto podía
alargarse días, así que el disco se grabó por partes. No era la
forma más idónea pero Trident les había contratado a un ingeniero
de sonido, Roy Thomas Baker,
con el que trabajar resultó muy productivo y satisfactorio.
Queen con Maradona. Argentina, 1981 |
Una
vez acabado el LP, Trident empezó a buscar la discográfica que lo
sacara al mercado. EMI
en Gran Bretaña y Elektra
en Estados Unidos se interesaron por el álbum y lo distribuyeron.
Las canciones tuvieron un gran impacto y los fans y los conciertos
aumentaban. Todo funcionaba de maravilla.
En
1974, saldría Queen II,
que les ayudó a impulsar su carrera. Fueron contratados para
realizar una amplia gira junto a Moot the Hoople. Pero durante la
misma, Brian May se
sintió mal. Le diagnosticaron hepatitis.
Tuvieron que cancelar y Brian ingresó en un hospital. Durante el
paréntesis pensaron en su futuro y en definir sus objetivos.
Decidieron no volver a actuar como teloneros, tenían que ser
tratados como estrellas.
Poco
después se edita Sheer heart attack (EMI, 1974). Para
promocionarlo deciden romper con Trident
porque las ventas subían pero ellos seguían recibiendo un sueldo
muy bajo. La separación no fue amistosa: Queen tuvo que pagar
100.000 libras para rescindir el contrato y fueron demandados. Con A night at the opera, en
1975, hicieron una inversión económica importante. Aquí se incluye
la espectacular Bohemian rhapsody, el single que
más tiempo se mantuvo en el número uno de las listas del Reino
Unido durante la década.
Pero
un momento decisivo llega con A day at the races (EMI, 1976). A
partir de ahora producirían su música y ejercerían también de sus
propios managers. Después vendrían más discos como News
of the world (1977), The game (1980), A kind of magic (1986) y un
largo etcétera hasta la muerte, en 1991, de Mercury, tras la que
empieza una nueva etapa de la banda. Aquel punto de inflexión hizo
que Queen,
con unos excelentes intérpretes y un carismático frontman, se
convirtiera en un grupo todoterreno que escribía sus canciones,
dirigía sus montajes escénicos, las actuaciones y diseñaba las
portadas de sus discos.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 5 de septiembre de 2013.
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