jueves, 18 de octubre de 2018

Bowie en colores


David Bowie está de vuelta en este 2013 con la publicación de un nuevo trabajo tras diez años de silencio discográfico. Bueno…, en realidad nunca se había ido. Y es que, aunque haya pasado por períodos de inactividad en el estudio, siempre ha dado que hablar. Por eso es una de las figuras más emblemáticas e influyentes de la historia del rock, tan innovador y creativo, que su calificativo más manido es el de camaleónico por su capacidad de reinventarse tanto musical como estéticamente. Pero razones no faltan para denominar así al artista británico. El eclecticismo de sus propuestas, los diferentes registros de su voz o los cambios de productores y músicos, han variado según la época. Así que, como esos pequeños reptiles que cambian de tonalidad dependiendo de las circunstancias, vamos a realizar un recorrido por su extensa trayectoria asociando un color a cada uno de los momentos más destacados de su carrera.

Gris- David Robert Jones se inició en el jazz tocando el saxofón a mediados de los años 60, en los que formó parte de distintas bandas de este género y de blues. Precisamente, uno de los compañeros en estas formaciones, George Underwood, fue quien, durante una
pelea por una chica, le propinó un puñetazo en el ojo izquierdo que le provocó la dilatación permanente de la pupila y cuyo efecto le hace parecer que tenga los ojos de diferente color.

En 1965 cambió su apellido para no ser confundido con el miembro de The Monkees, Davy Jones. Y con este nombre, Bowie consiguió publicar sus primeros singles, cercanos al movimiento mod y el folk, que no tuvieron gran repercusión comercial. Como tampoco lo tuvo inicialmente su primer LP, homónimo de 1967, en el que mezclaba el pop con el rock psicodélico.

Pero todo cambia con la edición del single Space oddity, que llegó al número 5 de las listas de ventas en el Reino Unido. El sencillo fue incluido en su siguiente álbum, David Bowie (Phillips, 1969), Man of words/Man of music en Estados Unidos y conocido posteriormente como Space oddity.

Rojo- La década de los 70 empezaba para Bowie con un disco de hard rock, The man who sold the world (Mercury, 1970). Se comenzaban a vislumbrar las excentricidades del artista y sus posibilidades musicales. Al año siguiente, uno de sus mejores álbumes, el rockero y experimental Hunky dory (RCA Victor, 1971), con temas tan emblemáticos como Changes o Life on Mars. Por entonces, su imagen ambigua desconcierta al público: está casado, tiene un hijo y en el lanzamiento del disco va y suelta que es homosexual, con lo que eso suponía en la escena musical de aquellos años.

Pero Bowie llevaba tiempo queriendo editar un trabajo conceptual y crear un personaje con el que darle coherencia. Siete meses después (junio 1972), llegaría The rise and fall of Ziggy Stardust and The spiders from Mars. Era el mejor momento del británico, se había iniciado en la escena glam-rock, al que pertenecían Marc Bolan y su banda T.Rex o Slade, entre otros, para convertirse en el mayor icono del género. Un estilo marcado por la importancia visual y la teatralidad, la extravagancia en el vestir y el maquillaje, al que contribuyó en gran medida ese personaje ideado, su álter ego Ziggy Stardust, una especie de extraterrestre andrógino de pelo rojizo que había llegado a la Tierra para salvarla de su desaparición. En lo musical, el álbum no seguía estrictamente un hilo conductor, pero sí su concepción estética, convirtiéndose en la cima de dicho movimiento.

Un año más tarde llegarían el genial Aladdin sane (RCA Victor, 1973) y un disco de versiones de éxitos de los 60, Pin-ups. En este tiempo, Bowie también produjo excelentes discos como Transformer (RCA Victor, 1972) de Lou Reed o Raw Power (Columbia, 1973) de Iggy and The Stooges y compuso una magnífica canción que cedería al grupo Mott the Hoople, All the young dudes.


Blanco- Después del gran éxito cosechado, llega Diamond dogs (RCA Victor, 1974), un trabajo en el que vuelve a cambiar de estilo respecto a sus predecesores. Ahora son el soul y el funk los protagonistas (Plastic soul lo denominó él), influencia del sonido de Philadelphia del que se impregnó tras una gira en Estados Unidos y que se hizo más patente en su siguiente disco, Young Americans de 1975. Éste contiene el single Fame, en el que colaboró John Lennon y, por primera vez, alcanzaba el número 1 de las listas norteamericanas.

Bowie crearía otro personaje, The thin white duke, para su nuevo álbum Station to station (RCA Victor, 1976). Muy variado en sonoridades, pop, rock, funk y soul, recibió muy buenas críticas y sirvió de puente para su nueva aventura musical. Ese mismo año también iniciaba su carrera como actor en la gran pantalla. Sin embargo, el Duque blanco estaba pasando por una situación difícil, problemas en su matrimonio y con las drogas hicieron que su imagen se deteriorara.

Negro- David Bowie decidió instalarse en Berlín. En la ciudad germana había surgido una nueva revolución musical. Allí conoció a Brian Eno, ex Roxy Music, junto al que experimentó con nuevos sonidos como la electrónica, el ambient o la música minimalista. Fruto de esta asociación surgiría la trilogía berlinesa.

Discos como Heroes, de 1977, muy influenciado por Kraftwerk o Neu!, que trata sobre la capital alemana, o Low, en la misma onda, con más dosis de pop y rock. Bowie no paraba y ese mismo año produjo dos de los trabajos de Iggy Pop, Idiot y Lust for life. En 1979 saldría a la venta su último álbum de esta etapa, Lodger. En general, este período creativo tuvo una gran influencia en la new wave británica y en el post-punk.

Azul- La consagración de Bowie como superestrella de rock de estadios. La década de los 80 comenzaba con la edición de un disco más accesible que aquellos fabricados en Alemania, Scary monsters, número 1 en el Reino Unido con un genial sencillo, Ashes to ashes. Un año después colabora con Queen en la composición de Under pressure y en 1983 publica Let’s dance (EMI América). Producido por Nile Rodgers del grupo Chic, tiene sonidos pop muy bailables, cercanos a la música disco, cuyos ejemplos más representativos y exitosos son el single del mismo título del álbum o China girlTonight (EMI América, 1984) y Never let me down (EMI América, 1987) pusieron el epílogo a un decenio en el que entraba en un pequeño declive.


Naranja- Desde finales de los 80 hasta 1992, Bowie grabó dos discos con la banda de hard rock que había creado, Tin Machine. Tras este breve paréntesis, volvió en solitario con el álbum Black tie white noise (Savage/Arista, 1993), que consiguió llegar a lo más alto de las listas británicas. Comenzaba así una nueva etapa, la más moderna de su carrera. Dos años después llegaba el álbum que relanzaría su carrera, Outside (BMG/Arista), de sonidos electrónicos y rock industrial. De esta década también son Earthling (BMG/Arista, 1997) y Hours (Virgin, 1999), en el que retoma sonidos más pausados.

Verde- Ya en el siglo XXI Bowie trabaja en un disco, Toy, que no llega a publicarse, pero que años después se filtró en Internet. En 2002 publica Heathen (Columbia/ISO) y un año después Reality (Columbia/ISO). En 2004 sufre un infarto y es operado. Tras su convalecencia apareció en algunos conciertos con otros artistas, como cuando salió por sorpresa en un directo de David Gilmour para cantar temas de Pink Floyd.

Empezarían unos años repletos de rumores: anuncios de reaparición, cancelaciones y asistencias a distintos actos hasta que anuncia, a principios de 2013, que tiene un nuevo trabajo bajo el brazo, The next day (Columbia/ISO), un buen álbum con el que ha llegado al número 1 de las listas de ventas tras 20 años.

El artista lleva unos meses de plena actualidad, hasta un astronauta ha versionado uno de sus temas en el espacio; mientras, también ha tenido tiempo para la polémica. El videoclip del single que da título al disco fue censurado temporalmente por Youtube por ser considerado ofensivo. Genio y figura.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 13 de junio de 2013.

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