David
Bowie está de vuelta en
este 2013 con la publicación de un nuevo trabajo tras diez años de
silencio discográfico. Bueno…, en realidad nunca se había ido. Y
es que, aunque haya pasado por períodos de inactividad en el
estudio, siempre ha dado que hablar. Por eso es una de las figuras
más emblemáticas e influyentes de la historia del rock, tan
innovador y creativo, que su calificativo más manido es el de
camaleónico
por su capacidad de reinventarse tanto musical como estéticamente.
Pero razones no faltan para denominar así al artista británico. El
eclecticismo de sus propuestas, los diferentes registros de su voz o
los cambios de productores y músicos, han variado según la época.
Así que, como esos pequeños reptiles que cambian de tonalidad
dependiendo de las circunstancias, vamos a realizar un recorrido
por su extensa trayectoria
asociando un color a cada uno de los momentos más destacados de su
carrera.
Gris-
David Robert Jones
se inició en el jazz tocando el saxofón a mediados de los años 60,
en los que formó parte de distintas bandas de este género y de
blues. Precisamente, uno de los compañeros en estas formaciones,
George Underwood,
fue quien, durante una
pelea por una chica, le propinó un puñetazo
en el ojo izquierdo que le provocó la dilatación permanente de la
pupila y cuyo efecto le hace parecer que tenga los ojos de diferente
color.
En
1965 cambió su apellido para no ser confundido con el miembro de The
Monkees, Davy Jones. Y con este nombre, Bowie consiguió publicar sus
primeros singles, cercanos al movimiento mod y el folk, que no
tuvieron gran repercusión comercial. Como tampoco lo tuvo
inicialmente su primer LP, homónimo de 1967, en el que mezclaba el
pop con el rock psicodélico.
Pero
todo cambia con la edición del single Space
oddity, que llegó al
número 5 de las listas de ventas en el Reino Unido. El sencillo fue
incluido en su siguiente álbum, David
Bowie (Phillips, 1969), Man
of words/Man of music en
Estados Unidos y conocido posteriormente como Space
oddity.
Rojo-
La década de los 70 empezaba para Bowie con un disco de hard rock,
The man who sold the world (Mercury, 1970).
Se comenzaban a vislumbrar las excentricidades del artista y sus
posibilidades musicales. Al año siguiente, uno de sus mejores
álbumes, el rockero y experimental Hunky dory (RCA Victor, 1971), con temas tan
emblemáticos como Changes
o Life on Mars.
Por entonces, su imagen ambigua desconcierta al público: está
casado, tiene un hijo y en el lanzamiento del disco va y suelta que
es homosexual, con lo que eso suponía en la escena musical de
aquellos años.
Pero
Bowie llevaba tiempo queriendo editar un trabajo
conceptual
y crear un personaje
con el que darle coherencia. Siete
meses después (junio 1972), llegaría The
rise and fall of Ziggy Stardust and The spiders from Mars.
Era el mejor momento del
británico, se había iniciado en la escena glam-rock,
al que pertenecían Marc Bolan y su banda T.Rex o Slade, entre otros,
para convertirse en el mayor icono del género. Un estilo marcado por
la importancia visual y la teatralidad, la extravagancia en el vestir
y el maquillaje, al que contribuyó en gran medida ese personaje
ideado, su álter ego Ziggy
Stardust, una especie de
extraterrestre andrógino de pelo rojizo que había llegado a la
Tierra para salvarla de su desaparición. En lo musical, el álbum no
seguía estrictamente un hilo conductor, pero sí su concepción
estética, convirtiéndose en la cima de dicho movimiento.
Un
año más tarde llegarían el genial Aladdin sane (RCA Victor, 1973) y un disco de
versiones de éxitos de los 60, Pin-ups.
En este tiempo, Bowie también produjo
excelentes discos como Transformer (RCA Victor, 1972) de Lou Reed
o Raw Power (Columbia, 1973) de Iggy and The Stooges
y compuso una magnífica canción que cedería al grupo Mott
the Hoople, All the young dudes.
Blanco-
Después del gran éxito cosechado, llega Diamond dogs (RCA Victor, 1974), un trabajo en
el que vuelve a cambiar de estilo respecto a sus predecesores. Ahora
son el soul y el funk los protagonistas (Plastic
soul lo denominó él),
influencia del sonido de
Philadelphia del que se
impregnó tras una gira en Estados Unidos y que se hizo más patente
en su siguiente disco, Young
Americans de 1975. Éste
contiene el single Fame,
en el que colaboró John Lennon y, por primera vez, alcanzaba el
número 1 de las listas norteamericanas.
Bowie
crearía otro personaje, The
thin white duke, para su
nuevo álbum Station to station (RCA Victor, 1976). Muy variado
en sonoridades, pop, rock, funk y soul, recibió muy buenas críticas
y sirvió de puente para su nueva aventura musical. Ese mismo año
también iniciaba su carrera como actor en la gran pantalla. Sin
embargo, el Duque blanco estaba pasando por una situación
difícil, problemas en su matrimonio y con las drogas hicieron que su
imagen se deteriorara.
Negro-
David Bowie decidió instalarse en Berlín.
En la ciudad germana había surgido una nueva revolución musical.
Allí conoció a Brian Eno,
ex Roxy Music, junto al que experimentó con nuevos sonidos como la
electrónica, el ambient o la música minimalista. Fruto de esta
asociación surgiría la trilogía
berlinesa.
Discos
como Heroes,
de 1977, muy influenciado por Kraftwerk
o Neu!,
que trata sobre la capital alemana, o Low,
en la misma onda, con más dosis de pop y rock. Bowie no paraba y ese
mismo año produjo dos de los trabajos de Iggy
Pop, Idiot y Lust for life.
En 1979 saldría a la venta su último álbum de esta etapa, Lodger.
En general, este período creativo tuvo una gran influencia en la new
wave británica y en el post-punk.
Azul-
La consagración de Bowie como superestrella
de rock de estadios. La década de los 80 comenzaba con la edición
de un disco más accesible que aquellos fabricados en Alemania, Scary monsters, número 1 en el
Reino Unido con un genial sencillo, Ashes
to ashes. Un año
después colabora con Queen en la composición de Under pressure y en 1983 publica
Let’s dance (EMI América). Producido por Nile Rodgers del grupo Chic, tiene sonidos pop muy
bailables, cercanos a la música disco, cuyos ejemplos más
representativos y exitosos son el single del mismo título del álbum
o China girl. Tonight
(EMI América, 1984) y Never let me down
(EMI América, 1987) pusieron el epílogo a un decenio en el que entraba en un
pequeño declive.
Naranja-
Desde finales de los 80 hasta 1992, Bowie grabó dos discos con la
banda de hard rock que había creado, Tin
Machine. Tras este breve
paréntesis, volvió en solitario con el álbum Black tie white noise (Savage/Arista, 1993), que
consiguió llegar a lo más alto de las listas británicas. Comenzaba
así una nueva etapa, la más moderna de su carrera. Dos años
después llegaba el álbum que relanzaría su carrera, Outside (BMG/Arista),
de sonidos electrónicos y rock industrial. De esta década también
son Earthling
(BMG/Arista, 1997) y Hours
(Virgin, 1999), en el que retoma sonidos más pausados.
Verde-
Ya en el siglo XXI Bowie trabaja en un disco, Toy,
que no llega a publicarse, pero que años después se filtró en
Internet. En 2002 publica Heathen (Columbia/ISO) y un año después Reality (Columbia/ISO).
En 2004 sufre un infarto y
es operado. Tras su convalecencia apareció en algunos conciertos con
otros artistas, como cuando salió por sorpresa en un directo de
David Gilmour para cantar temas de Pink Floyd.
Empezarían
unos años repletos de rumores: anuncios de reaparición,
cancelaciones y asistencias a distintos actos hasta que anuncia, a
principios de 2013, que tiene un nuevo trabajo bajo el brazo, The next day (Columbia/ISO), un buen álbum
con el que ha llegado al número 1 de las listas de ventas tras 20
años.
El
artista lleva unos meses de plena actualidad, hasta un astronauta ha
versionado uno de sus temas en el espacio; mientras, también ha
tenido tiempo para la polémica. El videoclip
del single que da título al disco fue censurado
temporalmente por Youtube
por ser considerado ofensivo. Genio y figura.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 13 de junio de 2013.
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