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Estudio de Motown y actual museo, Detroit (Michigan) |
En
la actualidad, la ciudad de Detroit está sumida en una gravísima situación económica, con
unos altos niveles de pobreza y delincuencia que han provocado un
considerable descenso de la población. Sin embargo, en los años 50
y 60 era una gran urbe que albergaba la próspera industria
automovilística y recibía
a numerosas familias que habían emigrado para abastecer con mano de
obra a las grandes firmas del motor como Ford, General Motors o
Chrysler. Esa época de bonanza dio lugar también a una importante
escena musical, con un buen puñado de sellos independientes que
surgieron para reflejar dicha creatividad. La mayoría eran pequeños
y poco solventes, por lo que muchos desaparecieron, pero uno de ellos
llegaría a convertirse en uno de los negocios discográficos más
rentables de la historia, Motown Records.
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The Supremes, 1967 |
Su
fundador, Berry Gordy Jr.,
fue boxeador profesional y había combatido en la Guerra de Corea
como soldado del ejército estadounidense. A su regreso, en 1953, su
afición por la música le llevó a montar una tienda de discos de
jazz, 3-D Record Mart, que sin embargo, solo pudo mantener abierta
durante año y medio. Tras el cierre empezó a trabajar en una
fábrica de Ford y, después, se dedicó a componer. Para su amigo
Jackie Wilson
escribiría Reet petite
(1957) y Lonely teardrops (1958), número 1
en las listas de R&B y su primer tema en entrar en el Hot 100 de
Billboard.
Las canciones estaban editadas por Brunswick Records que, al igual
que otros sellos para los que cedía temas, no le pagaba ni pronto ni
bien por los derechos de autor. Cansado de esta circunstancia,
decidió producir sus propios discos.
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The Four Tops, 1967. Foto: Arnie Lee |
Es
así como, en enero de 1959, con el dinero que había conseguido y un
préstamo de su familia -800 $- alquila un sótano en el 1719 de la
calle Gladstone y crea la Tamla
Record Company. (En un
principio se iba a llamar Tammy, como una canción de 1957
interpretada por Debbie Reynolds que aparece en la película Tammy
and the bachelor (Joseph Pevney) (Tammy, la muchacha salvaje),
aunque obviamente, el nombre ya estaba registrado).
Gordy empezó a
reclutar jóvenes talentos negros que iba descubriendo o fichaba de
otras discográficas, como William
‘Smokey’ Robinson. La
primera referencia que publicó fue un single de Marv
Johnson, Come
to me, mientras que el
primer gran éxito llegó con Money
(That’s what I want) de
Barret Strong,
puesto 2 de R&B en 1960.
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Mary Wells, 1964 |
Poco
después, Gordy compraría un antiguo estudio fotográfico en el 2648
de West Grand Boulevard, donde fundó la editora Jobete Music y la
compañía Motown -Abreviatura de Motor Town, ciudad del motor, en honor a su ciudad
natal- Record Corporation,
que a partir de ese momento sería el nombre de la empresa donde se
aglutinarían los más de 45
sellos subsidiarios que
crearía o adquiriría, como Rare Earth, VIP, Miracle o Anna Records,
propiedad de sus hermanas Anna y Gwendolyn y su cuñado Harvey Fuqua.
De esta forma, repartidos sus artistas, podía promocionar todo su
catálogo sorteando las acusaciones del pago de payola -Método
ilegal por el que las discográficas pagan una cantidad a empresarios
o DJ’s de las emisoras de radio para que las canciones de sus
artistas suenen en su parrilla de programación- por una única
discográfica.
La
casa de dos plantas, que hoy alberga el Museo Motown, tenía arriba
las oficinas y abajo el estudio de grabación. En este edificio
controlaría todo el proceso de creación de su particular cadena de
montaje musical: “Hitsville
U.S.A, el sonido de la joven América”.
Y es que Gordy había creado la compañía inspirándose en el
sistema de trabajo que aprendió en la industria automovilística. En
este caso, en busca de la canción de pop perfecta destinada a todo
tipo de públicos, sin distinción racial, algo poco habitual hasta ese momento.
Su
visión empresarial le llevó a construir un perfecto engranaje de
piezas que funcionaban armoniosamente para obtener los resultados más
satisfactorios: contaba con los mejores artistas, que eran sometidos
a una férrea disciplina a la hora de grabar, tenía en nómina a los
mejores compositores y productores como Holland-Dozier-Holland,
Nick Ashford
o Norman Whitfield,
dispuso de unos excelentes músicos de sesión permanentes, The
Funk Brothers, coristas
como el trío femenino The
Andantes y hasta una
escuela de ‘modales’, en la que Maxine
Powell enseñaba a los
intérpretes a hablar en público, la forma correcta de caminar, de
moverse en el escenario o el vestuario apropiado.
De
este modo, en enero de 1961 llega el primer top 1 de R&B y número
2 en las listas generales, Shop around de The
Miracles, single que vendió
un millón de copias. Y a finales de año, por fin un tema alcanza la
cima de las listas en Norteamérica, Please
Mr. Postman de The
Marvelettes.
Motown
obtuvo una enorme repercusión hasta 1971. Incluso The Beatles y The
Rolling Stones sucumbieron ante la calidad de los temas surgidos de
la factoría, haciendo versiones de You
really got a hold on me o
Money,
respectivamente. Los años 60 serían los más fructíferos, con
memorables trabajos de solistas y formaciones como Mary
Wells, Martha
Reeves & The Vandellas,
The Four Tops
o The Temptations,
entre otros muchos. También Stevie
Wonder, que publicaba en
1963 el disco en directo The
12 years old genius, primer
álbum del sello en coronarse número 1. ‘Little’ Wonder se
convertía en el intérprete más joven en liderar las listas. Dos
años más tarde, The
Supremes llegaría a ser el
único grupo que publicaba cinco hits consecutivos.
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Stevie Wonder, 1967 |
En
los años 70 irrumpirían con fuerza los hermanos de Gary (Indiana),
The Jackson 5.
Jackie, Tito, Jermaine, Marlon y Michael Jackson colocaron cuatro
singles en el número 1. Una década en la que también destacó, con
grandes canciones y LP’s, Marvin Gaye. Pero
aquí comenzó también el declive. En 1972, Gordy decidió trasladar
el centro de operaciones a Los
Ángeles, más interesado
en el negocio musical para el cine. Los artistas empezaron a quejarse
por los métodos de trabajo, requerían más dinero y conseguir mayor
control sobre sus obras. Algunos productores y compositores se
marcharon. No obstante, Motown seguía haciendo caja. En 1984, Lionel
Ritchie grababa Can’t
slow down, con importantes
resultados económicos, mientras que desde los 90, Boyz II Men o
Erykah Badu han seguido aportando réditos a la compañía, que en
1988 fue vendida a MCA y Boston Ventures por 61 millones de dólares
y en la actualidad pertenece a Universal.
El
sello que cambió la manera de entender la música, que ha obtenido
ventas millonarias y más de 180 números uno, ha sido capaz de crear
un estilo único e inconfundible, un sonido propio de soul elegante y
pop pegadizo, el Sonido
Motown. Parece fácil tal y
como resumió Berry Gordy todos esos éxitos: KISS, “Keep it
simple, stupid!” (Hazlo fácil, estúpido).
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 28 de noviembre de 2013.
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