Fernando
Márquez, ‘El Zurdo’,
era uno de los habituales en el Rastro de Madrid a finales de los
años 70, época de eclosión del punk y la nueva ola en una España
de la Transición democrática, donde los aires de libertad se
tradujeron en una importante creatividad que se vio reflejada en
distintas disciplinas artísticas.
Allí
vendía los fanzines para los que escribía, como MMMUA!,
que estaban integrados en la denominada PREMAMÁ (Prensa marginal
madrileña). Surgida como alternativa a las publicaciones oficiales,
estas revistas artesanales, de hojas en blanco y negro y
encuadernadas con grapas, sirvieron para que muchos jóvenes
expresaran sus inquietudes musicales, cinematográficas, literarias o
políticas y plasmaran sus diseños y dibujos.
Corría
el año 1977 y en la redacción de uno de esos fanzines, editados por
La Cochu (Laboratorios Colectivos Chueca), conoció a Olvido Gara,
Alaska.
Ambos querían hacer música, pero no encontraban la gente adecuada.
Se hicieron amigos y crearon su propia publicación, La
liviandad del imperdible,
un pretexto para buscar instrumentistas con los que formar una banda
de rock. Lo consiguieron y, aunque el experimento no duró demasiado,
ese sería el embrión de Kaka
de Luxe.
La Mode |
Pusieron
un anuncio en el semanario Disco
Express. A él contestó un
guitarrista, Enrique Sierra,
pero necesitaban más músicos. Carlos
Berlanga y Nacho
Canut tenían un puesto en el Rastro y, tras entablar conversación con ellos, les propusieron
unirse al grupo. El Zurdo sería el cantante junto con Manolo
Campoamor, al que Alaska
conoció en un concierto de Ramoncín & W.C. Sólo faltaba un
batería y el elegido fue Pablo
Beneyto. Para completar el
proyecto habían editado el fanzine del mismo nombre, una especie de
noticiario oficial de la banda.
Sin
embargo, El Zurdo se estaba distanciando cada vez más. No
llegaba a identificarse del todo con sus compañeros ni con la música
que hacían. Quería experimentar otras propuestas sonoras, por lo
que acabó marchándose. La vida de Kaka de Luxe tampoco sería mucho
más longeva. Entre el servicio militar que debían cumplir algunos
de sus integrantes y los choques de egos, terminó por desintegrarse
en noviembre de 1978. Mientras, Berlanga y Canut colaborarían con El Zurdo en los efímeros Piernas Ortopédicas, donde también
haría coros Alaska.
El
Zurdo comenzó a buscar nuevos miembros para crear otro grupo,
Paraíso,
que en 1979 ya era una realidad. Fue una formación numerosa y un
poco caótica que llegó a alcanzar el segundo puesto en el II Trofeo
Rock Villa de Madrid, detrás de Paracelso, banda de El Gran Wyoming.
Dejaron para la posteridad una de las canciones más brillantes de la
época, Para ti,
publicada en single en 1980 por Zafiro con La
estrella de la radio en la
cara B.
Por
lo demás, el sello independiente de Mario Pacheco, Nuevos Medios,
editaría cuando ya se habían disuelto, un EP de cuatro temas.
También registraron algunas grabaciones más para un LP que no se
materializó. Esa maqueta circula por la red y en más de una ocasión
se ha intentado recuperarla y ponerla en valor.
Era
1981 y Paraíso desaparecía. El
Zurdo iniciaba otra
breve aventura, Pop Decó, y en 1982, creaba su proyecto más
ambicioso y el que mayor reconocimiento de crítica y público le
reportaría, La Mode.
Junto a sus compañeros en Paraíso, el guitarrista Antonio
Zancajo y el teclista Mario
Gil, dieron forma a este
grupo influenciado por la electrónica, el art pop y el glam rock de
Roxy Music o David Bowie, entre otros. Álvaro Cárdenas colaboraría
tocando el bajo.
Después
de un primer maxi-single, se publicaba el álbum de debut, El
eterno femenino (Nuevos Medios, 1982), donde se
incluyen excelentes temas como Enfermera
de noche, Aquella
canción de Roxy o la que
da título al disco, que les abrieron las puertas de los circuitos
más comerciales. Tras un nuevo maxi, al año siguiente editan el
larga duración 1984 (Nuevos Medios, 1984).
Este es un trabajo en el que se produce un cambio estilístico, más
oscuro, con canciones como La
cólera, Negro
y amarillo o En
cualquier fiesta.
Problemas
de salud obligan a El Zurdo a abandonar la banda pero el grupo
siguió adelante sin su carismático líder y se reorganizó con la
entrada del vocalista Daniel Ballester. Con él publican un mini-LP,
Lejos del paraíso (DRO, 1985),
el EP Las fans (DRO, 1958) y un tercer y definitivo álbum, La
evolución de las costumbres (Mercury, 1986). Con la pérdida de El Zurdo, la formación no tuvo
tanto éxito y optaron por disolverse.
Desde
entonces, Mario Gil ha trabajado como músico de sesión, ha
participado en distintos grupos, como por ejemplo, Un Pingüino en mi
Ascensor, y ha compuesto sintonías para programas de televisión. Un
medio al que también quedó vinculado Zancajo, en tareas de
realización.
Por
su parte, Fernando Márquez, además de recuperar en 1986 Pop
Decó, con la contribución
del ex-Golpes Bajos Teo Cardalda en los arreglos, ha iniciado
distintas aventuras musicales como, por ejemplo, Proyecto
Bronwyn. En 1995 sacó un
disco en solitario, algo que llevaba tiempo intentando materializar,
y en 2002 un EP con Los
Fantasmas del Paraíso. Su
última apuesta es La Ruleta
China. El cantante
madrileño también ha compaginado su actividad discográfica con su
labor de escritor, con libros tan relevantes como la temprana crónica
de la Movida, Música
Moderna: una nueva historia de la nueva ola en España (Banda de Moebius,1981) o
colaborando en prensa, revistas y radio.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 14 de noviembre de 2013.
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