domingo, 28 de octubre de 2018

Bob Marley, el profeta del reggae


Con sus canciones y los mensajes que éstas transmiten, Bob Marley consiguió algo que no han logrado la mayoría de las estrellas de la música popular: convertirse en un ídolo en todos los rincones del planeta. Su influencia es notable en todos los continentes, con especial trascendencia en África, donde muchos vocalistas y grupos de la historia del rock no han gozado de gran relevancia. Además, fue el primer icono global que procedía de un país del denominado Tercer Mundo.

Porque la vida de Robert Nesta Marley no fue sencilla. Nacido en un pequeño pueblo del norte de Jamaica, Nine Miles, en la Parroquia de Saint Ann, creció alejado de su padre, un capitán de la Marina Inglesa que se pasaba los días viajando. Su adolescencia transcurrió en la capital de la isla, Kingston, en uno de los guetos más deprimidos y peligrosos, Trenchtown. Allí, la música era una de las pocas salidas que tenían los jóvenes para sortear la pobreza.

Bob Marley en concierto. Dublín, 1980
Inició su trayectoria artística ayudado por el cantante Joe Higgs y en 1962 grabó su primer single con el productor Leslie Kong. Poco después decidió crear un grupo junto a dos amigos de Trenchtown, Bunny Livingston y Peter Tosh, que, junto a algunos músicos más, formarían The Wailers. Grabaron para distintos sellos nacionales como Studio One, propiedad de Clement ‘Coxsone’ Dodd, obteniendo en 1964 el éxito con la pieza de ska Simmer down. Pasaron los años y The Wailers eran tremendamente populares en Jamaica. El nuevo reto estaba en traspasar fronteras y presentar el reggae al resto del mundo.

Una de las claves para que esto sucediera fue el viaje que realizó Marley a Inglaterra en 1972. Allí visitó a Chris Blackwell, dueño de Island Records, para reconducir su carrera. Blackwell, con 3.000 libras y buen puñado de discos de ska y rocksteady en la maleta, había dejado su Jamaica natal para instalarse en Londres y fundar una pequeña compañía con la que distribuir los sonidos más en boga de su país entre la población inmigrante jamaicana del Reino Unido. Un sello que, con el paso de los años, se erigiría en uno de los gigantes de la industria discográfica y albergaría en su catálogo a artistas de la talla de U2, Traffic, Roxy Music o Amy Winehouse, entre otros.

Blackwell depositó su confianza en Marley y The Wailers y les ofreció 4.000 libras para que grabaran un LP. Ese álbum fue Catch a fire (1973), con el que se colocó al reggae en el planeta musical. Un trabajo novedoso, pues hasta el momento el single era el formato estrella de comercialización del género, y con un diseño muy original, ya que la carpeta que contenía el disco simulaba un mechero Zippo. No cosechó excelentes cifras de ventas pero sí permitió a Bob Marley llegar a un público más amplio.

Por otra parte, en 1973 se estrenaba la película dirigida por Perry Henzell y protagonizada por Jimmy Cliff, The harder they come (Caiga quien caiga, en España), cuya banda sonora ayudó notablemente a que el reggae fuese conocido en Norteamérica. Mientras, Bob Marley & The Wailers editaban su segunda referencia en Island, Burnin’. En el álbum se incluía I shot the sheriff, tema que llegó a versionar Eric Clapton para situarlo en el número 1 de las listas estadounidenses en 1974. Ya era una realidad que el reggae estaba conquistando cada vez a más seguidores fuera de su lugar de origen.

Después de Burnin’, Livingston y Tosh, agobiados por el estrés de las giras, abandonaron The Wailers para iniciar sus carreras en solitario. En el próximo disco, Marley asumiría más protagonismo y contaría con una banda renovada. Surgieron dudas sobre el resultado del nuevo trabajo pero pronto serían disipadas. Y es que Natty dread (Island, 1974) dispuso por primera vez de los coros del trío femenino The I-Threes, formado por Marcia Griffiths, Judy Mowatt y su mujer Rita Marley, a la vez que ofrecía una potente sección instrumentista con los hermanos Aston y Carlton Barrett, el guitarrista Al Anderson y el teclista Bernard ‘Touter’ Harvey.

Bob Marley & The Wailers. Londres, 1980
Natty dread supuso el trampolín decisivo para la música reggae y de Bob Marley como superestrella. En febrero de 1975, se convierte en el primer álbum del grupo en entrar en la clasificación de éxitos de Estados Unidos. Con canciones como Rebel music (3 o’clock road block), Talkin’ blues, Revolution, Lively up yourself, Them belly full (but we hungry); sus composiciones habían adoptado una temática más comprometida -denunciando la grave situación política que atravesaba Jamaica- y contenían un marcado trasfondo humanitario, en contra de las injusticias, la opresión y las desigualdades sociales.

Aunque una de las piezas que más repercusión tuvo fue No woman, no cry. Según cuentan, Marley la compuso en un avión camino de Inglaterra durante una gira en 1973 y refleja los recuerdos de su juventud, época llena de dificultades pero, a la vez, feliz junto a sus amigos. El tema estaba acreditado a Vincent Ford, un conocido cantante y compositor musical de la infancia que, en los momentos más duros, le ofrecía alimentos gratis en el comedor social que tenía en aquel suburbio de Kingston. Esta era la única forma de que los beneficios por los derechos de autor repercutiesen en Ford y ayudarle así a que pudiese continuar con su obra de caridad para los niños más pobres.


Con una nueva versión de No woman, no cry, perteneciente a su disco Live! (Island, 1975) y grabada en directo el 19 de julio de 1975 en el Lyceum Theatre de Londres, Bob Marley & The Wailers ingresaron por vez primera en las listas del Reino Unido. Tras Natty dread y esas actuaciones que le siguieron, Marley se convertiría en una figura mundial más allá incluso de su música. Era un nuevo líder social, político y espiritual, el portavoz del movimiento rastafari y representante de la cultura jamaicana. Aunque como suele pasar en muchos casos, si en vida gozó de gran popularidad, ésta se acrecentó tras su muerte en mayo de 1981 en Miami (Florida), con tan sólo 36 años. Se iba el hombre, pero nacía el mito.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 6 de febrero de 2014.

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