Existe
controversia entre quienes opinan que Sex Pistols fue un producto
comercial inventado por un astuto empresario para lucrarse y los que
defienden que se trató de un proyecto en el que unos jóvenes, aún
sin tener la destreza necesaria, demostraron con osadía y
creatividad que se podía formar una banda, hacer rock y romper con
las normas preestablecidas de la industria musical. Entre, si detrás
del advenimiento del punk había una base ideológica fundamentada en
el Situacionismo o, si por el contrario, las circunstancias
desfavorables para la juventud británica de mediados de los 70
-desempleo, huelgas, desalentadoras expectativas- fueron realmente
las que provocaron el nacimiento de este movimiento contracultural.
Foto: Gilberto Márquez |
Menos
debate suscita que, con una breve trayectoria, Sex Pistols se haya
convertido en una de las formaciones más influyentes de la historia
de la música y en el estandarte de esa corriente estilística que no
sólo abarcaría grupos, discos y canciones. Ya que, por ejemplo,
entre la cultura punk y la moda existe una íntima vinculación. Este
es uno de los aspectos fundamentales que centran la exposición ‘From
sex to punk. Vivienne Westwood, Malcolm McLaren y Sex Pistols’
que por primera vez se presenta en España y que acoge La Térmica,
centro de creación contemporánea de la Diputación de Málaga.
Una
selección de medio centenar de fotografías, la mayoría realizadas
por John Tiberi,
quien fuese representante de The 101’ers –banda de Joe Strummer
anterior a The Clash- y posteriormente responsable de producción de
las giras de Sex Pistols. Con ellas pretende descifrar el universo
que rodeaba a la banda, con imágenes promocionales, de viajes y
conciertos, pero también de la vida cotidiana de sus integrantes,
así como de un establecimiento de especial importancia para el
desarrollo del punk: la boutique
Sex.
La
tienda, ubicada en el 430 de King’s Road de Londres, estaba
regentada desde 1971 por Malcolm
McLaren y Vivienne
Westwood. Él, manager e
ideólogo de Sex Pistols, y ella, una de las modistas más afamadas de
las últimas décadas. Aunque con distintos nombres –Let it rock;
Too fast to live, too young to die-, será a partir de 1974 cuando
pase a denominarse Sex y se transforme en punto de encuentro para
futuros referentes musicales como Siouxsie Sioux o Adam Ant o cuente
con empleados ilustres como Chrissie Hynde de The Pretenders o el que
sería bajista de nuestros protagonistas, Glen
Matlock.
Sid Vicious y John Lydon. Berlín, 1977. © John Tiberi. |
Asiduos
de Sex eran, asimismo, los componentes de The
Strand, grupo del
guitarrista Steve Jones
y el batería Paul Cook.
McLaren y Westwood intuían que aquello que se estaba empezando a
gestar no sólo podía inspirarles para sus prendas. Él se interesó
en dirigirlos y, tras volver de un viaje de algunos meses por Nueva
York, donde trabajó con New York Dolls y se empapó del glam, del
garage rock y de la música de Iggy Pop and The Stooges o Ramones, se
dedicó aún más a ese cometido con el objetivo de inculcarles lo
que había conocido en Estados Unidos.
Los
rebautizó como Sex Pistols
y en agosto de 1975 a Jones, Cook y Matlock se les unió de vocalista
un extravagante chaval de 19 años habitual de la zona. En la prueba,
ataviado con una camiseta de Pink Floyd a la que había pintado “odio
a” y con el pelo tintado de verde, John
Lydon, al que McLaren apodó
Johnny Rotten,
interpretó en playback I’m
eighteen de Alice Cooper
mientras sonaba en la jukebox del mítico comercio. Su carisma
cautivó más que su pericia frente al micro.
Las
obras de Tiberi reflejan la actitud canalla y desafiante de una banda
que habitó instalada en el escándalo. Sonado fue el altercado en el
programa de televisión Today con el presentador Bill Grundy en
diciembre de 1976. A última hora, Queen no pudieron acudir y fueron
sustituidos por los miembros de Sex Pistols, que en la entrevista
soltaron todos los insultos y barbaridades que les dio tiempo. Quejas
de la audiencia, Grundy despedido y los tabloides abriendo al día
siguiente con titulares al estilo del célebre ‘The filth and the
fury’ (‘La mugre y la furia’). Una inmejorable publicidad para
situarse en el centro de la opinión pública del país.
Cuando
ocurrió este incidente ya estaba en la calle su single de debut,
Anarchy in the UK,
con una portada impactante, totalmente negra y sin palabra alguna. De
esta manera iniciaban una serie de composiciones polémicas que
abrazaban la crítica social y la sátira política para indignación
de las mentes más conservadoras. Como God
save the Queen, editada
coincidiendo con el 25 aniversario de la llegada al trono de Isabel
II y que, el mismo día del acto, intentaron tocar en un barco sobre
el río Támesis, cerca del Palacio de Westminster. Pero el
experimento acabó con peleas, disturbios y detenciones. Incluso se
le vetó el nº1 de las listas en una extraña maniobra para no herir
sensibilidades; puesto en el que aparecía I
don’t want to talk about it
de Rod Stewart (21 mayo 1977).
God save the Queen, 1977. © Jamie Reid. |
Además,
en la muestra organizada por La
Térmica junto a
Contemporánea, encontramos piezas de Jamie
Reid, compañero de McLaren
en la Escuela de Arte de Croydon (Londres). Diseñador de la
llamativa iconografía de la banda, realizó la cubierta de su único
álbum, Never mind the
bollocks, here’s the Sex Pistols
(Virgin, octubre 1977) o la tipografía sobre el famoso retrato de la Reina
de Inglaterra. La técnica de recortar letras de periódicos y/o
revistas y pegarlas formando un texto fue originada por Helen
Wellington-Lloyd con los carteles que hacía para Sex y las
actuaciones del grupo; una de las principales expresiones del ‘do
it yourself’ (‘hazlo tú mismo’).
El
LP sufriría la censura de las emisoras de radio y las tiendas de
discos, algunas de las cuales, lo comercializaron camuflando su
portada por contener la palabra ‘bollocks’ (‘cojones’). Pero
todo esto no hacía más que acrecentar una popularidad que ya había
subido enteros desde primeros del 77 con el reemplazo de Matlock por
Sid Vicious,
que echaría más gasolina a la incendiaria carrera de Sex Pistols.
No
menos traumática fue la relación con las discográficas -tres en
poco más de dos años-, que pagaron considerables cantidades de
libras por conseguir sus contratos y harían lo propio para
rescindirlos. Sin embargo, lo que llamaba poderosamente la atención
eran sus apariciones en directo. Siempre acompañados por sus
seguidores, el ‘Bromley contingent’, con su
característica impronta: ropa rota, imperdibles, cremalleras y
bailando el 'pogo'. En un
escaso periodo de tiempo, llegaron a presentarse en locales
relevantes como el Marquee o el 100 Club, donde Tiberi quedó tan
fascinado de ellos que le planteó a McLaren su incorporación como
tour manager.
Sex Pistols en la Puerta de Brandeburgo, Berlín, 1977. © John Tiberi |
Sus
recitales eran caóticos, provocadores y tumultuosos, como los que
tuvieron lugar en la gira por U.S.A. que, sin preverlo, sería la de
la disolución de la banda, en enero de 1978. Tensiones internas,
problemas con los visados, cancelaciones, trifulcas con espectadores…
hasta que Johnny Rotten, dirigiéndose al público del Winterland
Ballroom de San Francisco (California), pronunció aquello de
“¿alguna vez os habéis
sentido engañados?”.
‘From
Sex to punk’ se completa
con instantáneas de Barry
Plummer, imágenes de la
película The great rock ‘n’
roll swindle (1980),
filmada por Julien Temple
con dirección fotográfica de Tiberi; diferentes vídeos y
documentales y una banda sonora creada para la ocasión por Paul
Cook. Ésta incluye temas de
los discos que sonaban en Sex y algunos de los que precedían a los
conciertos de Sex Pistols, entre
los que se encuentran artistas como Flamin’ Groovies, Screamin’Jay Hawkins o The Troggs, y que se estrenó durante la inauguración
de una exposición a la que acudieron, entre otros, John Tiberi para
ofrecer una charla sobre aquella época, y Silvia Superstar, que
obsequió al respetable una sesión musical a los platos.
From sex to punk. Vivienne Westwood, Malcolm McLaren y Sex Pistols.
Hasta el 9 de enero de 2015.
La Térmica. Avd. de Los Guindos, 48. Málaga.
Horario: Martes a sábado: 11 a 14 y 17 a 21 hrs.
Domingos y festivos: 12 a 19’30 hrs.
Hasta el 9 de enero de 2015.
La Térmica. Avd. de Los Guindos, 48. Málaga.
Horario: Martes a sábado: 11 a 14 y 17 a 21 hrs.
Domingos y festivos: 12 a 19’30 hrs.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 7 de noviembre de 2014.
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