Tras
la gira de promoción de Bleach
(1989), los miembros de Nirvana
iniciaron las gestiones para grabar su siguiente disco en Sub
Pop, sello independiente
radicado en Seattle. Eligieron a Butch
Vig como responsable de las
tareas de producción y, en abril de 1990, se desplazaron hasta los
Smart Studios, las instalaciones que éste tenía en Madison
(Wisconsin). Allí llegaron a registrar ocho temas pero las sesiones
se interrumpieron porque el líder de la banda, Kurt
Cobain, había hecho tal
esfuerzo al interpretarlos que su voz quedó dañada. A la compañía
le gustó el resultado, así que volverían para finalizar el
trabajo. Sin embargo, el tiempo iba transcurriendo y Vig no supo nada
más de ellos hasta pasados unos meses.
Foto: Kirk Weddle |
El
trío de Aberdeen (Washington) era conocedor de los problemas
económicos por los que atravesaba Sub Pop y de los rumores sobre su
absorción por otra compañía. Así que decidieron presentar una
maqueta en otra discográfica que pudiera ofrecerles mayor
estabilidad. Ese talento tan especial que atesoraban no pasó
desapercibido para Geffen
Records, la multinacional
con la que ficharon.
Entre
los meses de mayo y junio de 1991, Kurt Cobain, Krist
Novoselic y Dave
Grohl se encerrarían en el
estudio Sound City
de Los Ángeles (California) para terminar ese LP que, a la postre,
iba a hacer temblar los cimientos de la industria musical a
principios de los 90. Uno de sus requisitos fue contar con los
servicios de Butch Vig, a pesar de que Geffen quería imponer a sus
técnicos de confianza. Sin duda, su labor iba a ser fundamental en
la evolución sonora de la banda, al igual que la incorporación del
nuevo batería, Dave Grohl, después de que Chad Channing y otros
músicos no hubieran ofrecido la consistencia deseada para el puesto.
Recuperaron
algunas de las composiciones que ya habían sido grabadas -por
ejemplo, Lithium
o In bloom-
y se descartaron otras que, posteriormente, aparecerían como caras B
en recopilaciones. Asimismo, se ultimaron las letras de dos
auténticos pelotazos comerciales: Come
as you are y Smells
like teen spirit. De
esta forma se fue modelando un álbum que se iba a llamar en un
principio Sheep
-oveja-, aunque finalmente se denominó Nevermind
-una palabra inexistente en el idioma anglosajón, ocurrencia de
Kurt- y fue rematado con una portada que se iba a convertir en todo
un símbolo con el paso de los años.
Bajo
la dirección artística de Robert
Fisher, la imagen de la
cubierta fue realizada por Kirk
Weddle, profesional
especializado en fotografía submarina, en el centro Rose Bowl de
Pasadena (California). Habían decidido inmortalizar a un niño de
cuatro meses nadando bajo el agua en vez de las propuestas iniciales,
que eran plasmar un parto acuático o pagar por los elevados derechos
de autor de otros retratos similares. Asimismo, como estrategia de
promoción, los componentes de la banda también fueron fotografiados
sumergidos en aquella piscina.
El
bebé más famoso de la historia del rock es Spencer
Elden, el hijo de unos
amigos de Weddle, Rick y Renata, a los que pagaron 200 dólares para
que su retoño posara ante la cámara mientras recorría, intentando
nadar, la distancia existente entre los brazos de su padre y los de
su madre, que lo van sosteniendo. Mientras que, el hilo de pescar, el
anzuelo y el billete fueron añadidos después en el estudio.
Sin
embargo, en Geffen consideraban que la instantánea de un crío
desnudo podía herir la sensibilidad de algunas personas y
perjudicaría la comercialización del producto. Así, propusieron
una versión diferente en la que se eliminaran las partes íntimas
del pequeño. Pero Cobain se negó, hasta el punto de plantear que,
en caso de ocultar el pene del niño, fuese con un adhesivo en el que
se pudiera leer: “Si te ofendes por esto, es que eres un pedófilo
encubierto”. Ganó Kurt. El disco salió al mercado sin ningún
tipo de censura.
Foto: Rolling Stone, sept. 2001 |
Nevermind
se masterizó en agosto de 1991 y fue publicado el 24 de septiembre.
El éxito fue tan rápido y rotundo que sus protagonistas no estaban
preparados para todo lo que ello conllevaba. De hecho, Kurt Cobain
nunca asimilaría bien esa fama que, entre otros factores, le
llevaron a acabar con su vida escasos años más tarde. Por su parte,
Spencer Elden, actualmente un veinteañero que se dedica al diseño y
a las artes plásticas, también ha sufrido por su importante cuota
de protagonismo. “Es espeluznante que tanta gente me haya visto
desnudo. Tengo la sensación de ser la estrella porno más grande del
mundo”, diría en una entrevista para la MTV en 2007. Aunque
igualmente, ha sacado provecho del asunto, pues volvió a representar
la escena de la portada para la revista Rolling
Stone en 2001, en el décimo
aniversario del LP, y en 2008; ambas, eso sí, con bañador. Además,
apareció en la carpeta de The
dragon experience, trabajo
discográfico de cEvin Key de 2003.
Pocos
meses después del lanzamiento de Nevermind
se produciría algo muy significativo. El 11 de enero de 1992
alcanzaba el nº1 de las listas norteamericanas, desplazando al
Dangerous de Michael Jackson. Era el triunfo de la música alternativa sobre el
pop más comercial de una superestrella. El grunge,
estilo musical –y casi una forma de entender la vida- surgido en
Seattle, y encabezado por bandas como Pearl
Jam, Soundgarden,
Alice in Chains,
Mudhoney
o, sobre todo, Nirvana,
comenzaba un ascenso meteórico hacia la popularidad en todo el
planeta para erigirse en el referente cultural de una generación
hastiada, desencantada y disconforme con la propia sociedad.
Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 6 de junio de 2014.
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