martes, 13 de noviembre de 2018

‘Nevermind’, emblema de los 90

Tras la gira de promoción de Bleach (1989), los miembros de Nirvana iniciaron las gestiones para grabar su siguiente disco en Sub Pop, sello independiente radicado en Seattle. Eligieron a Butch Vig como responsable de las tareas de producción y, en abril de 1990, se desplazaron hasta los Smart Studios, las instalaciones que éste tenía en Madison (Wisconsin). Allí llegaron a registrar ocho temas pero las sesiones se interrumpieron porque el líder de la banda, Kurt Cobain, había hecho tal esfuerzo al interpretarlos que su voz quedó dañada. A la compañía le gustó el resultado, así que volverían para finalizar el trabajo. Sin embargo, el tiempo iba transcurriendo y Vig no supo nada más de ellos hasta pasados unos meses.

Foto: Kirk Weddle
El trío de Aberdeen (Washington) era conocedor de los problemas económicos por los que atravesaba Sub Pop y de los rumores sobre su absorción por otra compañía. Así que decidieron presentar una maqueta en otra discográfica que pudiera ofrecerles mayor estabilidad. Ese talento tan especial que atesoraban no pasó desapercibido para Geffen Records, la multinacional con la que ficharon.

Entre los meses de mayo y junio de 1991, Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl se encerrarían en el estudio Sound City de Los Ángeles (California) para terminar ese LP que, a la postre, iba a hacer temblar los cimientos de la industria musical a principios de los 90. Uno de sus requisitos fue contar con los servicios de Butch Vig, a pesar de que Geffen quería imponer a sus técnicos de confianza. Sin duda, su labor iba a ser fundamental en la evolución sonora de la banda, al igual que la incorporación del nuevo batería, Dave Grohl, después de que Chad Channing y otros músicos no hubieran ofrecido la consistencia deseada para el puesto.

Recuperaron algunas de las composiciones que ya habían sido grabadas -por ejemplo, Lithium o In bloom- y se descartaron otras que, posteriormente, aparecerían como caras B en recopilaciones. Asimismo, se ultimaron las letras de dos auténticos pelotazos comerciales: Come as you are y Smells like teen spirit. De esta forma se fue modelando un álbum que se iba a llamar en un principio Sheep -oveja-, aunque finalmente se denominó Nevermind -una palabra inexistente en el idioma anglosajón, ocurrencia de Kurt- y fue rematado con una portada que se iba a convertir en todo un símbolo con el paso de los años.



Bajo la dirección artística de Robert Fisher, la imagen de la cubierta fue realizada por Kirk Weddle, profesional especializado en fotografía submarina, en el centro Rose Bowl de Pasadena (California). Habían decidido inmortalizar a un niño de cuatro meses nadando bajo el agua en vez de las propuestas iniciales, que eran plasmar un parto acuático o pagar por los elevados derechos de autor de otros retratos similares. Asimismo, como estrategia de promoción, los componentes de la banda también fueron fotografiados sumergidos en aquella piscina.

El bebé más famoso de la historia del rock es Spencer Elden, el hijo de unos amigos de Weddle, Rick y Renata, a los que pagaron 200 dólares para que su retoño posara ante la cámara mientras recorría, intentando nadar, la distancia existente entre los brazos de su padre y los de su madre, que lo van sosteniendo. Mientras que, el hilo de pescar, el anzuelo y el billete fueron añadidos después en el estudio.

Sin embargo, en Geffen consideraban que la instantánea de un crío desnudo podía herir la sensibilidad de algunas personas y perjudicaría la comercialización del producto. Así, propusieron una versión diferente en la que se eliminaran las partes íntimas del pequeño. Pero Cobain se negó, hasta el punto de plantear que, en caso de ocultar el pene del niño, fuese con un adhesivo en el que se pudiera leer: “Si te ofendes por esto, es que eres un pedófilo encubierto”. Ganó Kurt. El disco salió al mercado sin ningún tipo de censura.

Foto: Rolling Stone, sept. 2001
Nevermind se masterizó en agosto de 1991 y fue publicado el 24 de septiembre. El éxito fue tan rápido y rotundo que sus protagonistas no estaban preparados para todo lo que ello conllevaba. De hecho, Kurt Cobain nunca asimilaría bien esa fama que, entre otros factores, le llevaron a acabar con su vida escasos años más tarde. Por su parte, Spencer Elden, actualmente un veinteañero que se dedica al diseño y a las artes plásticas, también ha sufrido por su importante cuota de protagonismo. “Es espeluznante que tanta gente me haya visto desnudo. Tengo la sensación de ser la estrella porno más grande del mundo”, diría en una entrevista para la MTV en 2007. Aunque igualmente, ha sacado provecho del asunto, pues volvió a representar la escena de la portada para la revista Rolling Stone en 2001, en el décimo aniversario del LP, y en 2008; ambas, eso sí, con bañador. Además, apareció en la carpeta de The dragon experience, trabajo discográfico de cEvin Key de 2003.

Pocos meses después del lanzamiento de Nevermind se produciría algo muy significativo. El 11 de enero de 1992 alcanzaba el nº1 de las listas norteamericanas, desplazando al Dangerous de Michael Jackson. Era el triunfo de la música alternativa sobre el pop más comercial de una superestrella. El grunge, estilo musical –y casi una forma de entender la vida- surgido en Seattle, y encabezado por bandas como Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains, Mudhoney o, sobre todo, Nirvana, comenzaba un ascenso meteórico hacia la popularidad en todo el planeta para erigirse en el referente cultural de una generación hastiada, desencantada y disconforme con la propia sociedad.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 6 de junio de 2014.

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