jueves, 15 de noviembre de 2018

Elton John y 'Goodbye yellow brick road': frente a las adversidades, canciones


En 2013 se cumplieron cuarenta años de la publicación de Goodbye yellow brick road (DJM Records, 1973). Con motivo de la efeméride, un año después salió al mercado una reedición conmemorativa del mismo, con el álbum original remasterizado y suculentos extras -maquetas, versiones, descartes, un documental y un libro ilustrado, entre otros-, mientras Elton John iniciaba una gira para celebrar junto al público el aniversario de unas canciones que han mantenido un peso importante dentro del repertorio de sus conciertos más recientes.

Para la grabación de este LP, Elton John -de nombre real Reginald Kenneth Dwight- había decidido trasladarse con su equipo a Jamaica, a los estudios Dynamic Sound de Kingston. Allí The Rolling Stones registraron Goats head soup (Rolling Stones Records, 1973) y Cat Stevens, Foreigner (Island, 1973). El buen resultado obtenido por ambos, el deseo de experimentar un cambio de aires tras los dos anteriores trabajos discográficos realizados en Francia y las instalaciones del lugar, sedujeron al de Middlesex y al productor, Gus Dudgeon, para viajar hasta la isla a escribir y grabar los temas.

Elton John en concierto en Gotemburgo, Suecia, 1971
Sin embargo, no todo iba a ser tan idílico como planearon. Llegaron a la capital jamaicana en la víspera del combate de boxeo entre Joe Frazier y George Foreman, que tuvo lugar el 22 de enero de 1973. El acontecimiento había generado una gran expectación, pero existía en la ciudad un clima de tensión política provocado por la delicada situación económica. Los trabajadores del estudio estaban en huelga, así que no les fue fácil la entrada el primer día. Además, el ambiente en la zona estaba enrarecido, como recordaba el letrista Bernie Taupin: “El estudio estaba rodeado de una alambrada de espino y había tíos con metralletas”. [...] “No había buena onda”.

Estos inconvenientes propiciaron que Elton John no quisiera salir de la habitación del hotel Pink Flamingo donde se hospedaba. En cambio, dedicó su encierro a añadir música a las letras que había ideado Taupin, con un balance de veintiuna canciones en tres productivas jornadas.

No obstante, surgieron más problemas. El estudio tampoco ofrecía las mejores prestaciones. El sistema de grabación dejaba mucho que desear y los micrófonos escaseaban. Solo grabarían una pieza, Saturday night's alright for fighting, pero como reconocería uno de los músicos, el guitarrista Davey Johnstone, “sonaba como un montón de abejas enfadadas”.

La preocupación crecía, sobre todo porque no se disparara el presupuesto con la demora. Transcurridos cuatro meses, Elton John y los suyos se dirigieron a los Strawberry Studios, conocido como Château d'Hérouville, un castillo del siglo XVIII situado en la población del mismo nombre, cercana a París, en el norte del país galo, que el compositor Michel Magne compró en 1962 y convirtió en estudio después de que se produjera un incendio en 1969. Sin ser prodigioso técnicamente, en él se han fraguado discos como Obscured by clouds (Harvest, 1972) de Pink Floyd o partes de The idiot (RCA Victor, 1977) y Low (RCA Victor, 1977), de Iggy Pop y David Bowie, respectivamente, así como Honky château (DJM Records, 1972) y Don't shoot me I'm only the piano player (DJM Records, 1972)), precedentes de Goodbye yellow brick road.

En directo en Doncaster, Inglaterra, 2008
El proceso de elaboración del álbum se aceleró, no se podía desaprovechar más tiempo. Con dos o tres tomas por cada canción, grababan tres o cuatro diariamente. De esta forma, en poco más de dos semanas estaba terminado, listo para preparar su mezcla final en los Trident Studios de Londres.

Esta es la crónica sucinta de la gestación del primer disco doble de Elton John, que no hubiese sido tal de no producirse aquella estancia en tierras antillanas. Un álbum que alcanzó el puesto más alto en las listas de éxitos de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia y que contiene una gran variedad de estilos y temáticas. Funeral for a friend, un instrumental que se funde con Love lies bleeding para conformar una pieza de once minutos, sirve de apertura de un LP con referencias televisivas y cinematográficas -de hecho pensaban denominarlo 'Silent movies and talking pictures'- como el single Goodbye yellow brick road o Roy Rogers y en el que también hay lugar para la fina ironía con el acercamiento al reggae de Jamaica jerk-off, cuya autoría se atribuye en los créditos a Reggae Dwight and Toots Taupin, ingeniosa alusión a los muy influyentes del género Toots (Hibbert) and The Maytals.

De entre los diecisiete cortes, igualmente, destacan composiciones como Bennie and the Jets, Harmony, This song has no title, Grey seal, Your sister can't twist (but she can rock 'n roll) o All the girls love Alice, donde interviene a los coros Kiki Dee, cantante británica que acompañaba a Elton John en el famoso dueto Don't go breaking my heart de 1976. Pero la canción que más trascendencia tuvo, aunque no de inmediato, fue Candle in the wind. Su letra hablaba de Norma Jean, más conocida como Marilyn Monroe, si bien lo que se pretendía era hacer una reflexión sobre la fama y la prematura muerte de algunas celebridades. Lanzada inicialmente como sencillo en el Reino Unido en 1974, pasaría algo desapercibida. En 1988, después de ser incluida en el disco Live in Australia with the Melbourne Symphony Orquestra (Rocket, 1987), grabado un año antes en Sídney, su repercusión aumentó, hasta que en 1997, Elton John pidió a Bernie Taupin que la reescribiera para homenajear a la recientemente fallecida princesa Diana de Gales y alcanzó unas cotas enormes de popularidad y ventas.



Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 10 de julio de 2015.

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