viernes, 16 de noviembre de 2018

Alondra Bentley: “La música tiene la capacidad de hacerte sentir cosas diferentes”


La cantautora anglo-española Alondra Bentley acaba de publicar su cuarto álbum, Resolutions (2015). Editado por Gran Derby Records, tres años después de su anterior larga duración, contiene diez temas grabados junto al colectivo de músicos de Spacebomb en Richmond (Virginia), bajo la producción de Matthew E. White, y mezclados por Carasueño en Madrid. Un disco más optimista y bailable de lo que nos tenía acostumbrados, arropado por una mayor instrumentación, que supone una nueva etapa en su carrera. Porque, aunque no desaparecen las señas de identidad que la han caracterizado, ofrece un giro en su sonido con el que ha sorprendido -eso sí- gratamente, a tenor de las excelentes críticas que está recibiendo. De aspecto visual muy cuidado, como es costumbre en sus trabajos y en los que factura su sello, la portada corre a cargo de María Grande en el diseño y de Julia Lomo en la fotografía. Charlamos con Alondra sobre este reciente LP y aprovechamos para hacer un recorrido por su trayectoria.

Háblanos sobre el proceso de creación de Resolutions. ¿Tenías el propósito de buscar un cambio sonoro en tu música?
Es todo cuestión de intuición, nunca me planteo de forma pragmática qué es mejor o peor para mi carrera. Escribir es un proceso muy intuitivo y libre para mi, no sé hacerlo de otra manera. Las canciones son distintas porque estoy en un momento vital distinto y mis estados de ánimo y emociones actuales son lo que se ha reflejado en el disco.

Además de los dos singles que sirvieron de adelanto, What will you dream y Mid September, la primera canción que conocimos fue The news, pero únicamente con voz y guitarra, muy distinta respecto al resultado final. ¿Tal vez sea éste el ejemplo de transformación que querías conseguir?
Es un buen ejemplo porque The news explica muy bien lo que sonaba en mi cabeza mientras escribía la canción; el espacio que hay entre lo que suena sólo con voz y guitarra y el lugar al que te la quieres llevar es un espacio muy difícil de controlar, es muy fácil que la canción acabe siendo otra cosa distinta de lo que esperabas porque las opciones son infinitas cuando estás grabando.

En lo que no hay novedades es en el idioma, ¿no te animas a componer e interpretar en castellano?
Quitando el hecho de que el inglés es mi idioma materno, es como me siento más cómoda, mejor me expreso y mejor canto. El idioma afecta a todo, al timbre de voz, a la métrica, a la manera de expresarte, a cómo modular la voz… No me he encontrado cantando en castellano.


Alondra Bentley, de madre inglesa y padre español, nació en Lancaster (Reino Unido), pero cuando era pequeña se trasladó con sus progenitores a Murcia. Aquí comenzó a desarrollar sus inquietudes musicales. Lanzó varias maquetas firmadas como Ladybird en 2003, formó parte del efímero grupo First Aid y se alzó con el primer premio del concurso Creajoven 2005 en la categoría de cantautores.

¿Cómo recuerdas aquellos inicios? ¿Alguna vez has pensado en cómo hubiese sido tu carrera de haber vivido en Inglaterra?
Esos inicios fueron muy emocionantes porque cuando eres un adolescente melómano sientes una necesidad enorme de encontrar iguales. Haces una especie de búsqueda desesperada y cuando das con las personas y sitios con y en los que puedes compartir tu pasión te sientes muy bien.
Nunca sabes cómo te habría afectado vivir en un país o en otro. En Inglaterra la cultura, la industria y los circuitos musicales son enormes y eso podría haber jugado a mi favor o no. Igual la vida me hubiera llevado por otro sitio y habría acabado haciendo quesos… ¡Quién sabe!

En este Resolutions has grabado con los reconocidos músicos de Spacebomb, colaboradores de Natalie Prass o Ryan Adams, entre otros, y que se autodefinen como una familia. ¿Cómo fue la experiencia?
¡Maravillosa! Me sentí muy acogida, me abrieron las puertas de su estudio pero también de su casa. Cuando tocas por primera vez tus canciones con músicos con un talento como el suyo y que aportan tanto es alucinante. Fueron muy generosos artística y personalmente.

Siguiendo con los músicos. En su momento, llegaste a actuar junto a la Orquesta de Cámara de Murcia. En los próximos meses te acompañarán en directo Caio Bellveser, Xema Fuertes, Alfonso Luna y Nacho Ruiz (Nine Stories y director de Gran Derby Records), aunque también ofrecerás recitales en acústico. ¿Cómo te encuentras más cómoda sobre el escenario, con banda o en solitario?
En los dos formatos. Con banda la energía es gigante y se disfruta muchísimo en el escenario pero el marco que suele acompañar al acústico te permite hablar más con el público y esa cercanía me gusta mucho.


Su debut discográfico aparecía en 2009, Ashfield Avenue (Absolute Begginers). El título hace referencia a la calle en la que estaba la casa donde vivían sus padres cuando nació y está dedicado a su madre, que acababa de fallecer. Fue registrado en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María y producido por César Verdú (Schwarz). En él participaron Fino Oyonarte (Glutamato Ye-Yé, Los Enemigos), Joaquín Pascual (Surfin’ Bichos, Mercromina), Gary Olson (The Ladybug Transistor) o Isobel Knowles (Architectures in Helsinki), además de Joserra Semperena (La Buena Vida) en los arreglos.

En esa época, tú, Anni B. Sweet, La Bien Querida o Russian Red, surgisteis con fuerza en el panorama musical de nuestro país; jóvenes y talentosas artistas que, con vuestras similitudes pero también con claras diferencias, fuisteis englobadas en una especie de movimiento, el de cantautoras de folk-pop españolas. ¿Ayudan o perjudican estas etiquetas?
Las dos cosas. Es posible que esa etiqueta nos diera algo más de visibilidad fuera del marco más independiente pero también creo que saturó un poco y que lleva a engaño o confusión. Me da un poco la sensación de que cuando te meten en un saco ganas y pierdes público por igual.

¿Por cierto, ha pensado Gran Derby en reeditar Ashfield Avenue? No es fácil encontrarlo.
Ashfield Avenue se publicó en un sello distinto a Gran Derby Records; de hecho, si fuera por Gran Derby o por mi no sería un disco difícil de encontrar. Nos encantaría reeditarlo porque la edición física está descatalogada desde hace cinco años.
Desgraciadamente Absolute Beginners, el sello responsable de esta situación, no tiene intención de reeditarlo y rechazan nuestras sucesivas ofertas para comprar los derechos. Ojalá las cosas fueran de otra manera porque nos escribe mucha gente preguntando por el disco.


En 2012 salía a la venta Alondra Bentley sings for children, It’s holidays (Gran Derby), enfocado a niños -de todas las edades, como ella suele indicar-. A partir de aquí, es habitual que realice conciertos dirigidos a un público infantil o cuentacuentos para bebés. Una iniciativa para que los más pequeños disfruten al mismo tiempo que aprenden Inglés.

¿Cuáles son las sensaciones de actuar ante unos espectadores tan especiales?
¡Es muy divertido! Es un público muy entusiasta, espontáneo y muy sincero, aprendes mucho con ellos. Además, lo que me encanta de los conciertos de niños es que son siempre matinales o vespertinos. Me encanta tocar en esos horarios, más que por la noche.

¿Crees que es necesaria más educación musical a edades tempranas en las aulas?
Sin duda. Con la música aprendes cosas importantísimas, por ejemplo, a conocer las distintas emociones. Los niños están sintiendo muchas cosas por primera vez: alegría, tristeza, rabia… Tienen que aprender a gestionar todo eso. La música tiene la capacidad de hacerte sentir cosas diferentes y ayudarte a entender mucho sobre los sentimientos. Por no hablar de todo el vocabulario que aprendes con las canciones sin darte cuenta o el ritmo… El ritmo son matemáticas, todos sentimos el pulso de nuestros latidos, suena muy tremendo pero es verdad, tenemos la música dentro.

Eres defensora del método de enseñanza de María Montessori…
Es un tema que me interesa mucho. Colaboro con un colegio Montessori y me parece un método educativo fascinante. Creo que es muy importante ponerse en la piel del niño. Cualquier método que priorice qué necesita el niño por encima de qué le viene bien al profesor o tutor va a generar que su proceso de aprendizaje sea menos traumático y le permitirá desarrollarse y formarse en un ambiente pensado para él, en el que pueda ser más libre e independiente.

En tu nuevo disco, de alguna manera, están presentes las teorías de Carl Gustav Jung sobre la psicología analítica. ¿De qué forma se manifiesta esta referencia en las canciones de Resolutions?
What will you dream refleja las ideas del subconsciente colectivo de Carl Jung, describe cómo una serie de personajes sueña con cosas relacionadas con la vida de otras personas. Es un ejemplo de cómo la vida de otras personas nos afecta por ese subconsciente que nos conecta.


A finales de aquel año -2012- se publicaba The garden room (Gran Derby). Elaborado en los estudios Río Bravo de Valencia, con la producción de Josh Rouse, fue masterizado en Nashville por Jim DeMain (The Carter Family, Andrew Bird o Lambchop). Muy inspirado por la familia, presenta varias imágenes de sus antepasados en la carpeta del LP.

¿Cómo es de importante para ti la familia en la música?
Si no fuera por mi familia no sé si estaría haciendo esta entrevista; mis padres son los culpables de mi pasión por ella. Tanto mi madre como mi padre eran melómanos y ponían música en casa a todas horas. Mi padre era cantante en un grupo de rock and roll, mi abuelo por parte de madre era un pianista fantástico, mi abuelo por parte de padre hablaba cantando y mi bisabuelo era chelista. Así que sí, claramente para mí la música es algo familiar en todos los sentidos.

Hasta ahora habías grabado en España y trabajado con Verdú y Rouse como productores. En esta ocasión, has viajado a Estados Unidos y has contado con Matthew E. White para esa labor. ¿Qué motivó esa elección?
Dentro de la edición en vinilo de Big inner (Spacebomb Records/Hometapes, 2012), el primer disco de Matthew, hay una carta dirigida a su público muy cálida hablando de la comunidad Spacebomb en Richmond, Virginia. Cuando la leí sentí que sería el escenario perfecto para grabar un disco. Cuando Matthew vino a tocar a España, el Café Pop Torgal, en Ourense, auspició nuestro encuentro y Matthew me ofreció producir el disco.

En The garden room se incluyeron líneas de guitarras ‘pedal steel’ que lo dotaban de un cierto aire country. Hace poco versionabas en un recopilatorio de Gran Derby –Piaffe, de 2014- Down in the meadow, que cantaba Marilyn Monroe en el wéstern dirigido por Otto Preminger, Río sin retorno (1954). ¿Cada vez te sientes más atraída por los sonidos de raíz norteamericanos?
Me atraen muchos estilos diferentes pero admito que siento debilidad por el cine y la música country&western y en especial si la canta Marilyn Monroe, claro.
En la gira del primer disco solía hacer una versión de The hanging tree de Marty Robins.

Como se puede comprobar, el 2012 resultó bastante frenético en el aspecto laboral para Alondra Bentley. Fue cuando incorporó varias composiciones suyas a la banda sonora de la película Buscando a Eimish (Ana Rodríguez Rosell). Pero aquí no termina su vinculación con el cine ni con la televisión. Algunas de sus piezas han sonado en distintos filmes, mientras que, en 2013, ponía música a una campaña de la cadena Decasa con la minicanción I feel happy y, recientemente, interpretaba a dúo con Coque Malla el tema At the movies, creado con motivo del 15º aniversario del canal TCM.

Muchas de tus canciones evocan momentos cinematográficos. ¿Qué significa para ti el séptimo arte y su relación con la música?
El cine es mi otra gran pasión, esta vez como espectadora. El cine lo engloba todo: la literatura, la fotografía, la interpretación, la música…

Antes hacíamos alusión a Coque Malla. Precisamente, te convertiste en una de sus invitadas para el disco Mujeres (DRO, 2013), en el que se puede oír She understands. Asimismo, has realizado un dueto con Tórtel para una adaptación de Burro de Beck. ¿Con quién más te gustaría colaborar?
Me encantaría colaborar con Robert Wyatt o Linda Perhacs.

Retomando Resolutions y avistando el futuro más inmediato, se avecina la fase de promoción del álbum, la gira de presentación, etc. Ya tienes cerradas algunas fechas en China. ¿Qué nos puedes avanzar de esa planificación para los próximos meses? ¿En qué países de los que no has tocado te haría ilusión actuar?
Este disco es distinto a los anteriores así que ahora mismo estoy reinventando el directo, trabajando en mi proyecto para niños -esta vez también en un cuento para ellos- y preparando los visados para ir a China que es donde comienza la gira. Tocaremos en once ciudades en diciembre y luego comienza la gira en nuestro país. El primer concierto es el 28 de enero en la Sala El Sol de Madrid, al que estáis invitados, ¡claro!
La verdad que me encantaría ir a tocar también a Japón, aún no he estado y es un país increíble.

Entrevista publicada originalmente en la web de Papel de Periódico el 6 de noviembre de 2015.

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