jueves, 15 de noviembre de 2018

Muddy Waters en Newport 1960


El día anterior a punto estuvo de interrumpirse aquella edición del Festival de jazz de Newport, en Rhode Island. Un amplio grupo de jóvenes había provocado incidentes en las inmediaciones del recinto poco antes de la actuación de Ray Charles. Gracias a la intervención de la policía se consiguieron reducir los disturbios pero las autoridades pensaron que lo más recomendable era posponer los conciertos programados. Finalmente el director del evento, George Wein, les convenció para que se continuaran celebrando, aduciendo que el contenido sería filmado y transmitido por la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA), que tenía entre sus objetivos la difusión de la cultura estadounidense en otros países.

Sobre las 5 de la tarde del domingo 3 de julio, Muddy Waters subía al escenario junto a su banda: el pianista Otis Spann, el guitarrista Pat Hare, el bajista Andrew Stevens, el armonicista James Cotton y el batería Francis Clay. El recital se abrió con la interpretación de dos canciones escritas por Willie Dixon: la inédita I got my brand on you y (I'm your) Hoochie coochie man, publicada originalmente en 1954 y adaptada después por Bo Diddley en I'm a man, que a su vez inspiraría a Waters para editar Mannish boy. A éstas le siguieron Baby, please don't go -del propio Muddy Waters-, Soon forgotten, Tiger in your tank -también de Dixon- y I feel so good, de su anfitrión en los comienzos de su carrera musical en Chicago, Big Bill Broonzy.


McKinley Morganfield -así se llamaba Waters- había vivido muy de cerca la esencia del blues del delta del Mississippi. Nació en el estado del mismo nombre, en el condado de Issaquena, y creció en la plantación de Stovall, cerca de Clarksdale. Tras la prematura muerte de su madre se trasladó allí con su abuela, Della Grant, responsable de su cuidado y también de ponerle el apodo por el que sería conocido; dada su afición por meterse en los charcos embarrados de aquella pantanosa zona cuando era un crío. Empezó tocando la armónica y a los 17 años se compró su primera guitarra, de segunda mano. Sus primitivas canciones de blues acústico fueron registradas en 1941 por los musicólogos Alan Lomax y John Wesley Work III para la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Además, le grabaron una entrevista en la que hablaba de Robert Johnson y Son House -del que le fascinaba su uso de la técnica del bottleneck o slide-, como sus mayores influencias. Ofreciendo conciertos comprobó que la música era más rentable económicamente que seguir recolectando algodón o conducir un tractor en los campos de cultivo.

No obstante, el blues rural de Muddy Waters se iba a transformar en Chicago (Illinois). Decidido a ganarse la vida como músico, emigró a la 'ciudad del viento' en 1943. Big Bill Broonzy lo introdujo en el circuito de locales con actuaciones y, según cuentan, optó por amplificar su guitarra para que se pudiera escuchar bien entre el ruidoso ambiente de las tabernas. Su sonido tradicional iba a incorporar la electrificación que lo convertiría en uno de los mayores referentes de la escena. Editó sus primeros singles para Aristocrat Records en 1947 y tres años más tarde, el pianista Sunnyland Slim lo presentó a los hermanos Chess, con los que iniciaría una productiva trayectoria de más de veinte años. En los estudios de Chess Records, en el 2120 de South Michigan Avenue, inmortalizaría el grueso de su repertorio junto a músicos de la talla de Little Walter, Jimmy Rogers, Junior Wells o Leroy Foster.


La actuación en el Festival de Newport de 1960 terminó con Goodbye Newport blues, compuesta por el poeta y activista Langston Hughes y cantada por Otis Spann. Pero anteriormente, Muddy Waters y su banda habían cautivado al respetable con una enérgica interpretación de Got my mojo working. Un tema de Preston Foster que ya grabó Ann Cole y que alcanzó el estatus de estándar del género tras la versión facturada por Waters en 1956. Los asistentes aquella tarde disfrutaron enormemente con la ejecución en directo de la canción y, entre aplausos y bailes, pidieron que la volvieran a tocar. En esa segunda parte quedaría para la posteridad el baile sobre las tablas de Waters y James Cotton.

Hasta finales de los 50 el blues era patrimonio casi exclusivo de la población negra, pero con la entrada de una nueva década los artistas comenzaban a aparecer en festivales enfocados mayoritariamente al público blanco. Por distintas circunstancias, las ventas habían disminuido en esos años, sobre todo por la eclosión de un nuevo estilo: el rock and roll. Desde Chess Records se realizaron algunas estrategias para paliar este descenso. Así, se organizó una gira de Muddy Waters por Inglaterra y se inició la edición de sus primeros álbumes, ya que el single dejaba de ser el único formato preferido para la promoción musical. Además, la discográfica tuvo la idea de registrar aquel concierto y publicarlo en LP. De esta manera, en noviembre de 1960 salió al mercado Muddy Waters at Newport, con fotografía de Burt Goldblatt en la portada.


Todas estas decisiones contribuyeron a que el blues aumentara en popularidad y alcanzara una audiencia masiva. Mientras tanto, una serie de jóvenes, principalmente en Gran Bretaña, tomaban nota de aquella música que llegaba de Norteamérica. La repercusión de Muddy Waters y sus canciones sería muy importante para los grupos que iban a formarse en un futuro no muy lejano; valga como ejemplo el de The Rolling Stones, quienes tomarían su nombre del primer sencillo de Waters en Chess: Rollin' stone.

Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 30 de abril de 2015.

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