El poeta y cantautor realiza aquí una biografía alternativa que presta especial atención al universo literario de las canciones interpretadas por el artista santanderino durante toda su trayectoria
Es este el resultado de una gran amistad. Un tributo póstumo al poder de la palabra y a la fidelidad idealista. Igualmente, a una particular forma de entender el noble oficio de la composición. Marín Albalate coincidió con Coppini en un concierto y, acto seguido, empezaron a colaborar. Participación en libros escritos por el cartagenero y musicalización de algunos de sus poemas fueron los únicos frutos que las circunstancias y el poco tiempo permitieron. La propuesta en vida de recopilar la trayectoria humana y artística de Germán, tristemente, tuvo que ver la luz tras su fallecimiento, si bien la idea inicial de un poemario dedicado al músico desde la perspectiva de la pérdida cristalizaría definitivamente en una biografía muy original.
Básicamente es una semblanza a través de las diferentes bandas y proyectos en los que intervino, acompañada de un concienzudo análisis de sus discos, temas y letras. Pero también de su aventura en solitario, arriesgada y genial, al mismo tiempo que incomprendida. No obstante, su manera de ser y su forma de pensar están también muy presentes. Al igual que el universo literario que plasmó en cada una de sus piezas. Todo ello debidamente contextualizado y con la aportación de firmas cercanas a su persona, como la su hermana Cristina, por ejemplo, para la reconstrucción de su infancia y adolescencia.
Arranca en aquellos frenéticos años ochenta que supuso la llamada Movida, y no sólo madrileña, pues aquí se pone de manifiesto el ejemplo de la fuerza creativa de la periferia: Vigo, en relación al honrado; Murcia y Cartagena, reivindicadas, aprovechando la coyuntura, por el autor. El punk y los comienzos con Coco y los del 1500, Mari Cruz Soriano y los que afinan su piano y Siniestro Total. Luego la evolución lírica en Golpes Bajos. Por último, como verso libre en una variada e importante –aunque insuficientemente ensalzada- apuesta profesional, trufada de no menos notables colaboraciones. De 1987, con El ladrón de Badgad, hasta 2016, casi tres años después de su fallecimiento, con Quimera, sin olvidar episodios de la belleza de Néctar. Una etapa final marcada por el trabajo de Pablo Lacárcel con Lemuria Music, a quien se le reconoce aquí su estupenda labor de recuperación y edición. Porque, además, queda un legado cuyo interés sigue aumentando. Entre otras, constan pruebas de iniciativas tan bonitas como la del álbum de Iván Ferreiro Cena recalentada (WEA, 2018), el libro de Xavier Valiño Escenas olvidadas (EfeEme, 2018) o los conciertos de homenaje tras su muerte.
Bordeando los márgenes de la música, Antonio Marín Albalate disecciona el credo político y el compromiso social de Coppini, rescata extractos de entrevistas en diversos medios de comunicación, desempolva textos inéditos y desperdigados e informa de su contribución a un buen puñado de obras, como las publicadas sobre Pablo Guerrero, Patxi Andión o Luis Eduardo Aute. Asimismo, se recogen testimonios de otros protagonistas, como Pablo Sycet, Miguel Costas, Pablo Novoa o Paco Clavel, en recuerdo del santanderino. Como corolario a Colecciono moscas, el escritor cartagenero dedica cinco poemas y una canción al círculo familiar y más íntimo del artista. Emotivo y preciosista, este volumen no se ciñe a un mero repaso de la carrera de Germán, sino que la examina y actualiza con el objetivo de (re)descubrir el talento y la genialidad existente tras su firma y, de este modo, revalorizar su figura.
Germán Coppini: Colecciono moscas. Antonio Marín Albalate. Editorial Milenio. Lleida, 2020. 226 páginas. ISBN: 978-84-9743-893-3.