viernes, 29 de enero de 2021

‘Jorge Martínez, conversaciones ilegales’, de Carlos H. Vázquez

Un repaso sin cortapisas a la vida, obra y milagros del artista asturiano en una extensa charla conducida por este periodista madrileño especializado en el género de la entrevista  
 
Puede que éste sea uno de los pocos libros sobre un militante del rock que más se acerque a la literatura de autoayuda. Aunque no se recomienda tomar todo al pie de la letraese ímpetu que transmite Jorge Martínez en la denuncia de las injusticias te hace sentir poderoso para rebelarte ante quienes pretenden pisotearte. Igualmente, es tan constante el humor que practica cuando describe sus recuerdos y ocurrencias, que buena parte del tiempo lo pasas riendo sin control. Y eso se traduce en una mayor felicidad a medida que transcurren las páginas de Conversaciones ilegalesGenio y figura, aartista nacido en Avilés no le cuesta entrar al trapo. Ni se va a callar lo que piensa a estas alturas. Por lo tanto, si ya estábamos acostumbrados a grandes dosis de sinceridad en sus apariciones en los medios de comunicación tras más de cuatro decenios de carrera, aquí lo disfrutarás en versión extendida. 

Es el de Ilegales un caso curioso dentro del ecosistema musical patrio. No lo encuentras entre el bando de los ilustres ni en el de los subterráneos. Pero tal vez sí es de los más auténticos y fieles a su idea, además de ofrecer un sonido en directo que pocos alcanzanTal y como ocurre con su líder, carismático personaje de distinguido linaje, culto perfeccionista en el trabajo, pero también indómito, beligerante y con debilidad -qué contradicción- por los vicios. Sexo, drogas y rock ‘n’ roll. ¿Había alguien más autorizado para poner estos tres elementos sobre la mesa?

El presente volumen acerca al lector la personalidad de Jorge, pero también los entresijos de su trayectoria, tanto personal como profesional, porque su existencia avanza ligada en casi todo instante a la banda de sus entretelas. Todo ello y mucho más es lo que consigue extraer Carlos H. Vázquez del protagonista en cada una de las directas y hábiles cuestiones que le plantea, sin que ninguna línea roja frene la autenticidad y la espontaneidad del relato. Por eso, al transitar por el itinerario biográfico de Martínez descubrimos su estancia de niño en un colegio militarizado, su afición a coleccionar indios, vaqueros y soldaditos de plomo al igual que hace con las guitarras, los inicios de su idilio con la música y sus influencias, su paso por la mili, su habilidad con los pinceles o el submarinismo, entre otros. 
  
En cuanto a los aspectos estrictamente musicales, en estas líneas se pormenorizan sus comienzos fogueándose en orquestas -como Los Siete Magníficossi bien siempre eran seis u ocho integrantes- o con el trío Madson, aunque, sobre todo, se organiza una ruta guiada por la discografía ilegal y sus circunstancias: miembros en nómina durante estos años, relación con la industria y, en especial, con las discográficas, managers, aceptación en Sudamérica, controversias con los títulos, temáticas o mensaje de las canciones... sin olvidar otros proyectos como Los Profetas y Los Magníficos, de mucho más recorrido este últimoorientado hacia el folclore latino.  
   
Como se apuntaba, Jorge Ilegal no elude ninguna polémica. Por eso, vierte sin sutilezas sus opiniones sobre sus fobias musicales, la pericia instrumental de algunas bandas, la política y lo políticamente correcto, las drogas y el alcohol y sus consecuencias, las malas prácticas de los ayuntamientos en la contratación para conciertos, la frecuencia de aparición en las radiofórmulas, la SGAE o la muerte. Asimismo, retoma episodios espinosos como la refriega en los camerinos del RockOla con uno de los Gabinete Caligari y otras muchas broncas y problemas con la policía derivados de la “delincuencia de baja intensidad”.
 
No obstante, los pasajes más surrealistas y divertidos que se han plasmado en este dilatado diálogo saltan cuando Jorge muestra su vis cómica a la hora de narrar algunas de las hazañas de su trepidante biografía. Los chascarrillos sobre el sexo, su mítico 'stick' de hockey, el encontronazo escatológico con María Teresa Campos antes de salir a un plató de televisión, las discusiones con rostros populares como participante en programas de la pequeña pantalla o el aprendizaje que ha obtenido viendo partidos de fútbol proporcionan unos momentos tan desternillantes que crean una adicción a conocer más peripecias suyas.  

A estas Conversaciones ilegales, con prólogo y preludio de Jesús Ordovás e Igor Paskual, respectivamente, y epílogos de Edu Galán y Andrés Calamaro, se aconseja completarlas coel visionado del documental Mi vida entre las hormigas (Juan Moya y Chema Veiga, Universal Music, 2017). Estamos ante un texto al que sólo le falta poder ver la expresión de la cara de Jorge Martínez cada vez que responde a las preguntas de Charly Vázquez. Una lectura que, si ya de por sí es una experiencia placentera, una vez finalizada sólo te entran ganas de tomarte unas cervezas y repartir hostias ejemplarizantes. Con moderación las primeras y figuradas las segundas, por favor.  

 
Jorge Martínez, conversaciones ilegales. Carlos H. Vázquez. EfeEme. Valencia, 2019. 224 páginas. ISBN: 978-84-95749-25-3  

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