sábado, 24 de abril de 2021

‘Fernando Arbex. Un mundo diferente’, de Manolo González

El periodista donostiarra realiza un retrato poliédrico de la trayectoria artística del músico, compositor y productor madrileño con la ayuda de los testimonios de familiares, compañeros y otros profesionales que compartieron momentos clave de la existencia del protagonista.

Lo primero que hay que dejar claro es que el autor de Fernando Arbex. Un mundo diferente no es el mismo ni tiene ningún parentesco con el bajista de la primera formación de Los Brincos. Por lo que la información que aquí se aporta es fruto de la investigación, del coleccionismo por afición a la persona o el acercamiento a través de entrevistas con sus allegados y no porque Manolo González Gómez lo haya vivido desde dentro. La segunda cuestión que habría que resaltar, tal y como se advierte en la introducción, es que este volumen salda una deuda con una de las figuras principales de la historia de la música popular española del S. XX. Así que, estamos de enhorabuena, independientemente de la valoración que podamos hacer de sus páginas, ya que todavía existen demasiados personajes trascendentales de la industria de este país que no son lo suficientemente conocidos para el gran público y con Fernando Arbex ya se ha solventado el descuido. Urge subsanar, por tanto, el resto de carencias y completar el puzle.

El trabajo editado por Milenio repasa la carrera del prolífico creador e instrumentista de forma cronológica y divide en etapas significativas su actividad en relación con sus diferentes proyectos. Además, para una mejor comprensión, González inicia cada capítulo con unas pinceladas sobre el contexto social y musical de cada periodo. De esta manera, y con textos que funcionan como breves biografías de las bandas en las que participó, descubriremos los tempranos inicios de Arbex con la percusión en su casa de la calle Almagro y su condición de pionero del rock ‘n’ roll patrio con su ingreso en Los Estudiantes; el éxito con una de las formaciones más importantes de los sesenta, como Los Brincos, en sus diversas fases, que abarcaron desde el pop más melódico al rock progresivo; la breve pero interesante propuesta de Alacrán y la, por fin, tan ansiada repercusión internacional al frente del sonido caliente de Barrabás, para los que sólo tocaría la batería en el primer LP, homónimo de 1971, y tras el que dejaría los escenarios para centrarse en su cada vez más intensa labor de composición y producción.

Facetas estas últimas que cuentan con un episodio concreto en este libro pero que, se entiende, sobrevuelan el conjunto. Aquí de lo que se trata es de destacar varios hitos, aunque también los fiascos y otros casos incomprendidos. Y es que cerca de 500 temas firmados de su puño y letra conforman su currículo, algunos tan notables como El río (Hispavox, 1968) o Yo sólo soy un hombre (Hispavox, 1969) para Miguel Ríos, Soley Soley (RCA, 1971) para los eurovisivos Middle of the Road o El chico de la armónica (RCA, 1971) que interpretó Micky. Igualmente, otros como Massiel, Peret, Mike Kennedy o Camilo Sesto defenderían composiciones suyas, mientras que en el apartado de la producción localizamos ejemplos tan dispares como Beans (Zafiro, 1979), el larga duración en el que Sergio y Estíbaliz fueron seducidos por la fiebre discotequera; Ciudadanos del imperio de Aviador Dro (DRO, 1986) e incluso anuncios publicitarios –Nivea, Gallina Blanca-, por citar sólo unos pocos. Mención aparte para la recuperación, 28 años después, del Hi-Jack de Barrabás a cargo de Jennifer López, que empleó un fragmento de la misma en Jenny from the block (Epic, 2002).

El tramo final, que comienza con las aventuras de Arbex desde los años ochenta, muestra sus iniciativas más particulares e innovadoras, si bien es cierto que son las menos extendidas entre los aficionados: El caballero del arco iris (CBS, 1981), una suite para ballet que aunaba música electrónica y clásica con poemas de Gloria Fuertes; su acercamiento a la corriente new age con The Dawn en los noventa; la aportación al musical La maja de Goya (1996) dirigido por Vicente Escrivá o la pieza sinfónica por la paz, encargo del líder palestino Yasir Arafat, Bethlehem 2000 (RCA, 2000). Asimismo, entrados ya en el presente siglo, se recuerda la vuelta a los escenarios de unos Brincos renovados, con álbum de material inédito incluido –Eterna juventud (EPF Entertainment, 2000)- o ese disco póstumo que aún espera ver la luz, El concierto de las tres culturas, una superproducción para guitarra y orquesta.

Como apuntábamos, las líneas de Un mundo diferente están enriquecidas con las revelaciones de varias voces cercanas a Fernando Arbex. Su hijo Rodrigo, sus hermanas Carmen y Rosetta, Miguel Morales (Los Brincos, Barrabás), Ignacio Martín Sequeros (Pekenikes), Pepe Barranco (Estudiantes, Pekenikes), Joaquín Torres (Los Pasos e ingeniero de sonido), Pedro Ruy-Blas, la directora musical Maryní Callejo, los periodistas José Ramón Pardo o César Campoy (biógrafo de Los Brincos), la representante legal de sus herederos, Teresa Fernández Ramos, y muchos más, realizan sus aportaciones para una interpretación integral de la historia. No obstante, y aunque Manolo González avisa, se echan en falta más datos personales del artista. Una de las pocas concesiones en este sentido es su estancia en prisión durante cuatro meses a finales de 1991, que es justificada porque la experiencia influiría posteriormente en su música. Pero, por el contrario, no se indica la enfermedad ni la causa de su muerte, que se produce al mismo tiempo que se terminaba El concierto de las tres culturas. A pesar de estas pequeñas consideraciones, estamos ante un ensayo imprescindible sobre una mente inquieta y adelantada a su tiempo, además de un precursor que allanó el terreno a los siguientes ejecutantes de la escena patria. Ojalá más publicaciones como ésta.


Fernando Arbex. Un mundo diferente. Manolo González Gómez. Editorial Milenio. Lleida, 2019. 362 páginas. ISBN: 978-84-9743-878-0.

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