viernes, 15 de enero de 2021

‘NegrOscuro. Onda siniestra y afterpunk en España’, de Pablo Martínez Vaquero

Minucioso trabajo de arqueología musical y tratado de la subcultura gótica en la que se repasa la trayectoria de aquellos pioneros grupos españoles que en la primera mitad de los años ochenta desarrollaron los ritmos inquietantes, tétricos y tribales característicos del postpunk procedente del Reino Unido 

 

A priori, puede parecer ésta otra publicación más de las muchas que han proliferado recientemente sobre la nueva ola ochentera en nuestro país. De hecho, sobre las semblanzas de un buen número de los protagonistas, como Alaska y Los PegamoidesParálisis Permanente o Gabinete Caligari, en su etapa inicial, poco hay que añadir, como bien se apunta en el texto. Aunque no es del todo correcto. Porque existen otras formas de narrarlas. Y eso es lo que hace Pablo Martínez Vaquero en este NegrOscuro (Ed. Milenio, 2019), en el que aporta una gran cantidad de datos y detalles a la hora de recordar el currículo de cada una de estas formaciones que practicaron el culto a una música y estética tan lúgubres.  


A
simismo, el estudio se circunscribe a un periodo casi estanco una corriente estilística muy concreta. De esta manera, se analizan bandas de diferentes ciudades que entre 1980 y 1985 compartían composiciones de letras existencialistas y sonidos inspirados especialmente por los británicos Joy Division, Siouxsie and The Banshees o Bauhaus, pero que también eran ejecutados en lugares geográfica y culturalmente distantes como Australia (los Birthday Party de Nick Cave) o Islandia (Kukl, en los que militaba Björk). Es lo que se conoció en España como “onda siniestra”, denominación insinuada en su momento por el crítico José Manuel Costa, cuyo fallecimiento le impidió escribir, como estaba previsto, el epílogo, y al que se le dedica el ejemplar.  


Otro rasgo distintivo de este ensayo del periodista asturiano es la pasión que desborda por el asunto en cuestión. Como muestrael pasaje de la investigación que se desvela en estas páginas a cuenta de la portada del EP Quiero ser santa (DRO, 1982) del combo de Eduardo Benaventeque se editó con una fotografía de una mujer crucificada escogida por el batería de los Gabinete, Edi ClavoTras señalarle éste algunas pistas sobre el lugar de donde la seleccionó y su posible fecha de realización, Martínez Vaquero analizó la firma e indagó entre libros y bibliotecas virtuales hasta encontrar más información sobre su autor. Incluso se hizo con una réplica de la foto, de rúbrica mejor conservada, para llegar a la conclusión de quién, probablemente, la había tomado: un bastante desconocido artista de origen magiar.   


NegrOscuro se compone de 11 capítulos en los que se exponen, breve, aunque exhaustivamente, las biografías de otros tantos representantes del 'siniestrismo' patrio, entre los que se encuentran, además de los arriba citados, Décima Víctima, DesechablesSeres Vacíos, Claustrofobia, Derribos Arias, Alphaville, La Fundación y Los Monaguilloshnombres que tal vez merecen un mayor reconocimiento del que han sido objeto de un tiempo libre a esta parte. Las reseñas se completan con numerosas declaraciones de sus integrantes -o del círculo cercano a ellos- extraídas de entrevistas que el también escritor de ¡Ahora!, no mañana (Milenio, 2009) ha realizado en exclusiva para este volumen a lo largo de diez años. Aquí sorprende la cantidad de testimonios tan provocativos que muchos de ellos llevaron a cabo para satisfacer su necesidad de llamar la atención y que, en la actualidad, en una época tan políticamente correctano habría duda de que serían censurados. Igualmente, se recurre a las hemerotecas para rescatar crónicas de conciertosa los archivos para recapitular grabaciones discográficas -en algunos casos, limitadísimas maquetas- y a las canciones para insertar las letras más simbólicas de cada conjunto.  


Mientras, un duodécimo episodio incluye la que, se estimaes la parte más laboriosa del proyecto: un escrupuloso recorrido por cada rincón del estado en el que el artífice de esta obra ha explorado las urbes, grandes y pequeñas, de cada comunidad autónoma en busca de cualquier atisbo de banda con inclinaciones afterpunkDesde luego, se trata de un espectacular mapa con las formaciones más oscuras, la mayoría desconocidas para el gran público, pero muchas bastante interesantes -a veces, cantera de músicos imprescindibles-, entre las que existen historias injustamente efímeras o malditas, una cualidad en consonancia con el aura que transmitían muchos de sus temas. La relación es impresionante: Voces de Ultratumba (Vigo), Agrimensor K (San Sebastián), Tres Años de Pena (Zaragoza), Unidad Astronómica (Salamanca), El Último Sueño (Madrid), Cortejo Fúnebre (Albacete), Ultratuita (Barcelona), Furnish Time (Mallorca), Ceremonia (Valencia), Camara (Málaga), Facies (La Palma, Tenerife), etc.       


No se olvida Martínez Vaquero de realzar la labor desempeñada por los medios de comunicación, principalmente la radio y los fanzines; por los sellos independientes, nacidos muchos de ellos tras la unión de los propios grupos; o de los bares y salas que organizaban directos, puntos de reunión y peregrinaje. Todos ellos, motores de difusión de una escena que ahora podemos comprender mejor con esta suerte de enciclopedia de la facción tenebrosa de la música de nuestro país en los albores de la década de los ochenta 


 

NegrOscuro. Onda siniestra y afterpunk en España. Pablo Martínez Vaquero. Editorial Milenio. Lleida, 2019. 390 páginas. ISBN: 978-84-9743-876-6.    

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