domingo, 27 de enero de 2019

‘Marisol-Pepa Flores. Corazón rebelde’, de Luis García Gil

El escritor gaditano ha publicado una biografía sobre el icono de los sesenta y setenta que huye del amarillismo para resaltar su faceta musical.

Esta es la crónica de una dualidad constante: cine/música, fama/anonimato y, sobre todo, Marisol/Pepa Flores. La historia de la persona que, muy a su pesar, es engullida por el personaje. Con sensaciones extrañas, como la que produce ver la evolución de tu vida a través de las portadas de revistas. Pero la paciencia tiene un límite y en 1986, cansada, decide romper con todo para recuperar una existencia normal alejada del foco mediático. Sin embargo, hasta llegar a este punto, el camino está repleto de días de gloria entremezclados con otros momentos más oscuros del oficio que, de alguna manera, han sido eclipsados por el altavoz de la prensa del corazón. Precisamente de esto último ha escapado Luis García Gil para construir Marisol-Pepa Flores. Corazón rebelde, un relato biográfico con cierta fidelidad cronológica que reivindica la carrera musical de una artista malagueña cuya vigencia no se ha difuminado en la actualidad.

Hablamos de un cancionero que engloba 228 temas registrados y que, abordado sin prejuicios, ofrece una perspectiva eficaz de la importancia que ha desempeñado en el devenir de la música popular del país y que no siempre se ha valorado lo suficiente, en contraposición al de otros coetáneos. Ahí ha quedado, por ejemplo, el himno de 1968 creado por Palito Ortega, Corazón contento, con el que juega el título del libro, haciendo un guiño al proceso de madurez y compromiso que experimentó la intérprete en los últimos años de su trayectoria. O hitos, como su aparición en 1961 en el mítico Ed Sullivan Show defendiendo Corre, corre caballito.

Un repertorio, por lo demás, bastante heterogéneo, donde conviven la tradición flamenca, la modernidad pop y ye-yé, la canción melódica, de autor, el folclore sudamericano o el fado. Y que tuvo en las bandas sonoras de los filmes de los sesenta publicadas por la compañía Montilla, una filial norteamericana del sello Zafiro, el soporte con el que dar a conocer sus primeros temas. De ahí que esta amplia producción musical sea indisociable de las películas y de sus papeles como actriz, su verdadera prioridad en el mundo del espectáculo, lamentablemente desaprovechada a tenor de sus capacidades para el séptimo arte.

En toda la fase de gestación del proyecto, que comenzó a raíz de una propuesta del editor de Milenio, Javier de Castro, con la playa de La Caleta de Cádiz como escenario, el respeto hacia Pepa Flores ha sido una obligación para García Gil. Porque, aunque la relevancia que durante décadas ha alcanzado el mito, descubrió que no existían tantos textos centrados en su obra como cabría esperar ni éstas contaban con el rigor ni con esa consideración que la trascendente figura merecían. Si bien, se antojaba necesario que las cuestiones personales también fueran narradas para explicar en su conjunto el fenómeno. Ya que no se entenderían sus pasos iniciales como niña prodigio(sa) sin la influencia de la familia Goyanes o álbumes como Galería de perpetuas (Zafiro, 1979) sin el matrimonio con Antonio Gades y su significación ideológica. Del mismo modo, quedaría incompleta la comprensión de esa fractura suya con el pasado si no se hiciera mención alguna a la imagen de César Lucas con la que fue inmortalizada para Interviú en 1975.

Por todo ello, entre otras cosas, Luis García Gil recogió el guante, aun no tratándose de una temática cercana a los terrenos donde suele desenvolverse con soltura. Poeta y ensayista cinematográfico y musical, centrado en cantautores y con varios tomos de enjundia a sus espaldas, en Corazón rebelde afloran muchas de sus especialidades, pues disecciona un gran número de canciones emblemáticas de las que incluye sus letras para un sosegado estudio. Prologado emotivamente por el periodista Héctor Márquez, además, ofrece un concienzudo análisis de la filmografía más destacada, así como especiales referencias a compositores, arreglistas y músicos con los que se rodeó Pepa Flores -Algueró, Guijarro, Serrat, Aute, Juan Carlos Calderón, Manuel Alejandro...-, salpimentadas con abundantes citas literarias, cinéfilas e incluso un poema dedicado para la ocasión.

El escritor no ha podido contar directamente con la protagonista -lógico, por coherencia con su voluntario y meditado retiro-, aunque está informada del contenido y ha celebrado su resultado. Lo que sí ha conseguido es recoger declaraciones de ciertas personalidades de su entorno más cercano como son Juan Pardo, Caco Senante, José Ramón Pardo o Javier Ojeda. Estas confidencias han ayudado a completar un retrato artístico y vital de una mujer cuyo recorrido profesional supone, asimismo, una forma de descifrar los avatares políticos y sociales acontecidos en España en una época no tan lejana.


Marisol-Pepa Flores. Corazón rebelde. Luis García Gil. Editorial Milenio. Lleida, 2018. 253 páginas. ISBN: 978-84-9743-816-2.


Artículo publicado originalmente en la web de Papel de Periódico el 27 de julio de 2018.

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